Alicia Ibáñez ha sido elegida presidenta del Colegio de Enfermería de La Rioja y comienza esta etapa con gran ilusión y un profundo sentido de responsabilidad. “Esta oportunidad es un reto para impulsar la excelencia en la práctica enfermera, promover la formación continua y fortalecer la voz de la enfermería en nuestra comunidad y de la mano del Consejo General de Enfermería, junto con los demás Colegios, poner en valor en España a la profesión”, apunta Ibáñez.
En este sentido, la nueva presidenta asegura que ella y su equipo “están listos para colaborar estrechamente con todas las instituciones relevantes para lograr estos objetivos y llevar nuestro lema de campaña “Contigo” hasta todos los rincones, sin dejar de lado los proyectos heredados, que han sido puestos en marcha con ilusión y buenos resultados”.
Alicia Ibáñez estará acompañada por José Antonio Ponce, como vicepresidente; María del Carmen García, como secretaria; María Jesús Díaz, como tesorera, y Lorena Abad, Virginia Lafuente y María Victoria Ibarrula, como vocales.
Abrir el colegio
Durante los próximos años, el equipo trabajará por seguir abriendo el colegio a todas las colegiadas, desde la Facultad hasta las veteranas, fomentar la formación continua y el desarrollo profesional de las enfermeras riojanas, impulsar la investigación en Enfermería para mejorar la calidad asistencial, promover la visibilidad y el reconocimiento de la labor enfermera en la sociedad, fortalecer la colaboración con instituciones sanitarias y educativas, apoyar a nuestras colegiadas en el ejercicio ético y competente de la profesión y trabajar por la implementación efectiva de las especialidades enfermeras.
Tal y como expone la presidenta, la enfermería se enfrenta, actualmente, a varios desafíos importantes como es el trabajo que se debe hacer para no perder profesionales. “Hay que mejorar tanto lo laboral como lo social en la vida de las enfermeras. Hay que escuchar y colaborar con todos para lograr los objetivos de mejora y atención adecuada”, expone.
Formación de calidad
Asimismo, recuerda la necesidad de adaptación continua a los avances tecnológicos y científicos en el campo de la salud: “La alta tecnificación a la que nos enfrentamos exige una especialización que vaya a la par, junto con ratios adecuados a esta complejidad. Desde el colegio debemos impulsar formación de calidad para todas las enfermeras independientemente de su lugar de ejercicio”.
El envejecimiento de la población también es uno de los retos de la enfermería, ya que requiere una atención cada vez más interdisciplinar. “La atención sociosanitaria debe ser uno de nuestros principales caballos de batalla. Tenemos una enorme falta de enfermeras en las residencias de mayores, eso es un problema de salud”, subraya.
Invertir
“Las administraciones deben centrarse en aspectos que mejoren la calidad de la atención sanitaria y el desarrollo profesional de la enfermería. Invertir en enfermeras es invertir en salud y hay que empezar desde los colegios, desde la infancia. Las enfermeras, tanto generalistas como especialistas, tenemos que desarrollar todo nuestro potencial. No tiene sentido formar enfermeros para seguir haciendo lo de siempre”, concluye.