Con la llegada del invierno las infecciones respiratorias se incrementan. Los catarros y gripes suelen ser la forma que toman este tipo de infecciones, y en esta época del año es muy habitual ver las urgencias colapsadas por estos episodios, así como también se aprecia un aumento en el consumo de antibióticos. Las infecciones respiratorias agudas, como el catarro o la gripe son la segunda causa de morbimortalidad, y afecta tanto a niños como a adultos a nivel mundial. En su etiología intervienen virus, bacterias y hongos. Para conocer cómo prevenir estas enfermedades, detectar sus síntomas y gestionar los cuidados durante el tratamiento, Mª José Martín, enfermera de Atención Primaria y especialista en Geriatría, ofrece una serie de recomendaciones en un nuevo programa de Cuídate con tu Enfermera.

«Lo primero que debemos conocer es la sintomatología que podemos presentar en un cuadro de este tipo. Ésta se puede presentar como tos, secreción nasal acuosa, dolor de garganta, de oídos y malestar general acompañado, en ocasiones, de fiebre», explica la enfermera.

¿Qué hacer ante estos síntomas?

«Es muy importante tener una buena higiene de manos. Es imprescindible lavarse las manos de forma regular y siempre tras sonarse la nariz. Las enfermeras aconsejamos taparse la nariz con el interior del brazo al toser o estornudar, así evitaremos la propagación del virus. Es bueno también ventilar cada día la casa, y si la fiebre no cede o si presentas alguna enfermedad crónica susceptible de agravamiento, acude al centro de salud más cercano», sigue.

Además, esta especialista en Geriatría, detalla cómo deben ser los cuidados durante el tratamiento. Aquí se incluye consumir líquidos para mantenerse hidratado, elevar el cabecero de la cama si existe dificultad respiratoria, abrigarse ante temperaturas exteriores frías, usar mascarilla en estancia con aglomeraciones de personas y tomar la medicación según las indicaciones de los profesionales sanitarios, entre otras cuestiones.

Prevención

«Existen diferentes hábitos saludables para prevenir nuevos episodios o para evitar complicaciones durante los mismos, como son, respirar por la nariz y no por la boca, ingerir alimentos ricos en vitaminas y minerales a diario, vacunarse correctamente según las indicaciones de los servicios de salud, evitar cambios bruscos de temperatura, y por supuesto, si eres fumador, es importante abandonar este hábito. Recuerda que la prevención es la única herramienta para evitar el contagio. Si cada uno de nosotros está bien informado podremos contribuir a disminuir los procesos respiratorios que cada año ponen en riesgo la vida de la población», concluye la especialista.