RAQUEL GONZÁLEZ ARIAS.- En el contexto actual de pandemia por COVID-19, la vacunación frente al neumococo adquiere una relevancia aún mayor y es que el neumococo es un riesgo añadido para los pacientes infectados por coronavirus, llegando incluso a comprometer su vida. Para hablar en profundidad de este tema, ISFOS, el Instituto de Formación del Consejo General de Enfermería, ha contado con Esther Redondo Margüello, Jefa de Sección del Centro de Salud y Vacunación Internacional. La experta participa dentro del curso “Vacunación: nuevos escenarios y nuevos tiempos”, un proyecto formativo que cuenta con la colaboración de Pfizer y al que los alumnos que lo deseen pueden ya inscribirse de manera gratuita en la web del Instituto. Se trata de una formación on line, modalidad por la que ISFOS apuesta claramente en este contexto de pandemia y permite a los alumnos organizar mejor su tiempo.
Este curso consta de cuatro conferencias que se irán subiendo a la plataforma online del Instituto para que el alumno pueda verlas cuando quiera y cuantas veces desee y culmina con un encuentro on line con los expertos en el que todos los inscritos podrán trasladarles sus dudas en directo.
Prevenir para evitar el colapso
La de Esther Redondo es la segunda de estas conferencias y en ella, cuenta a Canal y Diario Enfermero, “vamos a hablar de la importancia de prevenir infecciones respiratorias como la infección neumocócica o la infección gripal en este contexto covid para evitar una saturación aún mayor del sistema sanitario y ver en qué pacientes nos tenemos que centrar especialmente”.
Y es que, como explica esta experta, “el neumococo es el germen que más frecuentemente sobreinfecta a pacientes hospitalizados críticos por el SARS-COV 2” y sus consecuencias en enfermos críticos pueden llegar a ser mortales, advierte.
La buena noticia es que el neumococo es prevenible mediante la vacunación: “tenemos vacunas seguras y eficaces como la conjugada trecevalente que puede prevenir de forma eficaz la neumonía neumocócica por serotipos vacunales”.
Esta vacuna, que no se administra estacionalmente sino que puede hacerse en cualquier momento del año, está especialmente indicada, apunta, “en adultos con enfermedades crónicas -hepáticas, respiratorias, renales, diabetes…-, pacientes inmunodeprimidos y personas a partir de los 60 o 65 años” y es que, apunta, “sólo por el hecho de ser mayor tienen una inmunosenescencia que les vuelve más vulnverables a la infección, es decir, tienen más probabilidades de contraerla y de que evolucionen mal, tengan complicaciones, sean hospitalizados…”.