REDACCIÓN.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en más de 47 millones las personas que sufren demencia. Estas patologías tienen una gran repercusión social y sanitaria, pero, sobre todo, su impacto se centra en el ámbito familiar. Por ejemplo, un paciente con alzhéimer precisa de unas 70 horas de cuidados a la semana y gran parte de ese tiempo de atención recae en los familiares.
La figura del cuidador informal adquiere especial relevancia y se convierte en uno de los pilares sobre el cual se construye el modelo de atención a las personas, pero ¿quién cuida al cuidador? Su carga no solo se centra en la percepción subjetiva de la enfermedad, sino también en el esfuerzo físico, aislamiento social, el estrés, la presión emocional y los sentimientos de culpa. Para conocer las necesidades que expresan los cuidadores de los pacientes con demencia, con relación a aspectos formativos, de apoyo psicosocial, resolución de problemas y entrenamiento de habilidades, varias enfermeras catalanas han planteado el proyecto ‘Escuela del cuidar’.
El estudio busca diseñar, implementar y evaluar un programa comunitario de apoyo a cuidadores de pacientes con demencia que mejore su calidad de vida como cuidador y su experiencia de cuidar. Si se confirman los objetivos propuestos, se establecería una base para modificar el abordaje a los cuidadores y el apoyo que deben recibir, desde el momento del diagnóstico del paciente.
Objeto estudio
La población objeto de estudio son los cuidadores de pacientes no institucionalizados con diagnóstico de demencia, con grado de dependencia 1,2 o pendientes de grado de las comarcas del Montsiá y Baix Ebre (Tarragona).