ALICIA ALMENDROS.- Bajo el título «Factores asociados con el sobrepeso de los niños y las niñas en el primer año de vida», Patricia Rey y Lorena Corral, enfermeras especialistas en obstetricia y ginecología del Hospital de Verín (Orense) han llevado a cabo un estudio con el que pretenden conocer los factores asociados al sobrepeso en los niños durante el primer año de vida. «Tras hacer el Máster de Nutrición impartido por la Universidad de Vigo con su correspondiente trabajo de investigación pensamos que la investigación no se podía quedar ahí y decidimos publicar el artículo para dar a conocer los resultados obtenidos», explica Patricia Rey, una de las autoras del estudio.
Durante el trabajo se revisaron historias clínicas de 401 mujeres que habían sido atendidas en el Servicio de Obstetricia del Hospital de Verín, «pero fueron excluidas 270 por no cumplir alguno de los criterios de inclusión. Al final fueron 131 mujeres y sus recién nacidos los que participaron en el estudio», aclara Rey. Las variables que se tuvieron en cuenta en el caso del recién nacido fueron la fecha de nacimiento, sexo, semanas de gestación al nacimiento, tipo de parto, presencia de complicaciones al nacimiento y test apgar, peso, talla, IMC, percentiles y tpo de alimentación al nacer al mes, tres meses, seis meses y al año. Y en el caso de las madres: a edad, procedencia, fecha de la primera consulta de embarazo, peso e IMC en el primer y tercer trimestre, ganancia ponderal excesiva, talla, semanas de amenorrea al parto, tipo de parto (eutócico, instrumental o quirúrgico), consumo de tabaco, presencia de complicaciones durante la gestación y el parto.
«Tras analizar todo esto, llegamos a la conclusión de que las características gestacionales de la madre no se relacionaron con la presencia de obesidad durante el primer año de vida; pero sí las características en el momento del nacimiento del niño y el tipo de alimentación. De hecho, los niños que al año presentaron sobrepeso fueron a aquellos que al nacimiento habían tenido mayor peso; y fueron los niños los que presentaron cifras ligeramente más elevadas de IMC en comparación con las niñas. También existieron diferencias estadísticamente significativas de la asociación de la talla materna con el peso/talla del recién nacido a lo largo de su primer año de vida. En cuanto a la alimentación, hemos visto que juega un papel importante al final de su primer año de vida. Ha sido significativa la alimentación recibida en los tres primeros meses de vida, observándose una reducción de la talla y el peso en los niños que a partir del 3º mes se alimentaban con lactancia artificial en comparación con las niñas que aumentaron su peso», explica Rey.
Las autoras del estudio, que aprovechan la noticia para dar las gracias a su compañera Mª Belén Velázquez por su apoyo, insistencia y recomendaciones durante el estudio, aseguran que “les gustaría no sólo ampliar el estudio sino realizar otros nuevos donde podamos dar respuesta a preguntas que nos surgen durante la realización de nuestro trabajo y que hoy por hoy hay poca investigación en nuestro ámbito.