EUROPA PRESS.- Un equipo internacional ha podido rastrear las primeras migraciones de seres humanos a América desde Siberia hace unos 12.000 años gracias a las bacterias que portaban, según una investigación en la prestigiosa revista internacional ‘Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA’ (PNAS) por un equipo de investigadores dirigido por el profesor Yoshan Moodley de la Universidad de Venda (Sudáfrica).
Utilizando muestras de una bacteria estomacal ‘Helicobacter pylori’, que ha compartido una estrecha relación coevolutiva con los humanos durante al menos los últimos 100.000 años, los análisis realizados con nuevas técnicas estadísticas aportan pruebas de que los humanos colonizaron las Américas a través de una migración preholocena de euroasiáticos del norte evolutivamente antiguos a través del puente terrestre de Bering.
La investigación utilizó información genética sobre ‘H. pylori’ catalogada en EnteroBase de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, para trazar la historia evolutiva de la bacteria. ‘H. pylori’ es una bacteria estomacal que infecta aproximadamente a la mitad de los individuos en todo el mundo, pero los científicos han descubierto que su secuencia genética también varía según la región en la que se identifique.
En análisis anteriores se habían identificado tres poblaciones de ‘H. pylori’ de individuos de Eurasia y América, y los datos actuales demuestran que la ‘H. pylori’ de Siberia define otras subpoblaciones previamente desconocidas de esas agrupaciones. Los datos también indican que una de estas poblaciones bacterianas, que incluye ‘H. pylori’ de indígenas americanos, se distribuye a lo largo de Siberia, lo que sugiere que esta población puede haber viajado con los humanos a las Américas en algún momento.
Sin embargo, los análisis estadísticos clásicos de las secuencias eran parcialmente inconsistentes entre sí. Para reconstruir la historia evolutiva más probable de ‘H. pylori’ en Siberia, los investigadores compararon los modelos y tiempos evolutivos más probables mediante una técnica denominada cálculo bayesiano aproximado (ABC). Los resultados mostraron que una pequeña población de’ H. pylori’ colonizó las Américas en un único evento migratorio hace aproximadamente 12.000 años.
El profesor Mark Achtman, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Warwick, coautor principal del trabajo, explica que «este proyecto comenzó a principios de la década de 2000, cuando no se sabía nada de la diversidad genética de ‘Helicobacter pylori’ en Asia central. En 2007, se habían cultivado cientos de cepas siberianas de ‘H. pylori’ y se habían secuenciado genes seleccionados. Pero los repetidos intentos de múltiples y talentosos genetistas de poblaciones no lograron arrojar luz sobre su historia evolutiva.
«Este estudio utiliza ahora el poderoso enfoque de la estadística ABC para reconstruir y fechar las migraciones de ‘H. pylori’ siberiano (y sus huéspedes humanos) a través de Siberia y hasta las Américas», añade.
Originalmente, todos los humanos modernos procedían de África. Hace unos 60.000 años, pequeños grupos de cazadores-recolectores abandonaron África a pie y se dirigieron a Eurasia, donde se asentaron. Estos fueron los primeros inmigrantes humanos del mundo. Sorprendentemente, al final de la edad de hielo, unos 50.000 años después, los humanos modernos ya habían llegado al continente americano que, si se viaja por tierra, está casi tan lejos de África como es posible.
Estas antiguas migraciones humanas tuvieron lugar durante el último período glacial, o edad de hielo, que duró desde hace 115.000 hasta 11.700 años. En esa época, la mayor parte del norte de Eurasia, también conocida como Siberia, era un páramo helado y, presumiblemente, inhóspito para el asentamiento humano a largo plazo.
Una de las preguntas más importantes de la prehistoria humana, aún sin respuesta, es cómo se las arreglaron los humanos para migrar a través de esta vasta región y encontrar el camino hacia América del Norte, ya que explicaría cómo los humanos pudieron colonizar el mundo entero a partir de un origen africano, en un espacio de tiempo tan corto.
El equipo adoptó el inusual enfoque de utilizar el ADN del ‘Helicobacter pylori’ como biomarcador de las antiguas migraciones humanas. Recogieron, secuenciaron y analizaron con éxito cepas bacterianas de pueblos indígenas de Siberia y América.
La base de datos de secuencias de ADN bacteriano que generaron sugería que, sorprendentemente, algunos grupos humanos, conocidos como antiguos euroasiáticos del norte, consiguieron residir en Siberia durante la amarga edad de hielo. Sin embargo, otros grupos humanos que originalmente habitaban en latitudes más cálidas de Asia, colonizaron Siberia tras el final de la edad de hielo, dando lugar a la compleja mezcla de poblaciones humanas que vemos hoy en esa región.
El equipo también utilizó su conjunto de datos bacterianos para modelar la migración humana a las Américas. Es importante recordar que durante la Edad de Hielo se congeló mucha más agua en los polos de la Tierra, lo que hizo que el nivel del mar en aquella época fuera más de 100 metros más bajo que el actual, dejando así al descubierto un puente terrestre entre Eurasia y América del Norte y permitiendo la migración humana.
Así, el equipo demostró que un pequeño grupo de antiguos euroasiáticos del norte consiguió cruzar con éxito este puente terrestre hace unos 12.000 años, y que esta población se expandió posteriormente para dar lugar a los indígenas americanos que vemos hoy.