GEMA ROMERO.- En marzo de 2022, el Diario Oficial de la Unión Europea publicaba la cuarta modificación de la directiva de medicamentos peligrosos. En ella se establecen cuáles son los medicamentos de especial control y vigilancia por los riesgos para la salud de quienes los manipulan, incluyendo a los reprotóxicos -que afectan a la reproducción humana-. Los Estados miembros tenían dos años de plazo para trasponerla a nuestro ordenamiento jurídico. Este plazo ha concluido el pasado 5 de abril, sin que se haya producido esa adaptación a nuestra legislación. Por ello, el Consejo General de Enfermería y la Red Europea de Bioseguridad reclaman la implementación de la directiva de medicamentos peligros en toda Europa.  

De hecho, visto el retraso generalizado en la implantación de esta normativa, la Red Europea de Bioseguridad, de la que forma parte el Consejo General de Enfermería, ha publicado un Libro Blanco, clarificando los requisitos de la directiva para los empleadores y los gobiernos y también lo que va a suponer en la práctica para los profesionales sanitarios. Desde esta red europea, y con una gran implicación por parte española, también se está trabajando en la elaboración de guías de referencia para una transferencia de medicamentos más segura.   

Como explica José Luis Cobos, vicepresidente del CGE, “estos medicamentos peligrosos no pueden eliminarse ni sustituirse por otros por sus funciones terapéuticas vitales. Un ejemplo de estos fármacos son los que se emplean en la quimioterapia. Pero son peligrosos para la salud de quienes los manipulan y administran, en su gran mayoría enfermeras, pudiendo provocar cáncer, mutaciones o problemas reproductivos, por lo que es preciso proteger a quienes tienen que trabajar con ellos. Por ello, instamos al Gobierno a que adapte la directiva europea a nuestra legislación”.  

Esta misma petición la ha lanzado la Red Europea de Bioseguridad para todos los países que todavía no han adaptado su legislación a la nueva normativa europea. Como explica Ian Lindsley, secretario de la Red Europea de Bioseguridad, “los profesionales sanitarios que están potencialmente expuestos todos los días a estos riesgos al hacer su trabajo merecen nuestra protección para evitar impactos en la salud que cambien sus vidas. Esta nueva normativa de la UE puede brindarles esa protección y debe implementarse en su totalidad, para proteger a quienes se preocupan por todos nosotros”.  

Las enfermeras las más expuestas 

El Instituto Sindical Europeo estima que en torno a 12,7 millones de profesionales sanitarios están expuestos a estos medicamentos peligros en toda Europa. Además, y según un estudio de la Comisión Europea de 2021, las enfermeras son el grupo profesional más afectado: el 40% están expuestas a estos fármacos que pueden ser perjudiciales para su salud. Sin embargo, a pesar de que tienen cuatro veces más probabilidades de estar expuestas que los farmacéuticos (9%), suelen tener menos probabilidades de estar correctamente protegidas que este colectivo.