GEMA ROMERO.- “La formación en diabetes es la mejor arma para vivir con cantidad y calidad de vida”, así lo señala Aureliano Ruiz, presidente en funciones de la Federación Española de Diabetes (FEDE). No en vano el tratamiento de esta patología se sustenta en dieta, ejercicio y medicación. Por ello, con motivo del Día Mundial de la Diabetes que se conmemora cada 14 de noviembre, desde la Federación Internacional de Diabetes (IDF, según sus siglas en inglés) dedica este 2020 a la Enfermería, bajo el lema ‘Diabetes y Enfermería: El personal de Enfermería marca la diferencia’.
En este marco, desde la Federación Española de Diabetes (FEDE) han celebrado una rueda de prensa conjunta con el Consejo General de Enfermería para reivindicar la figura de la enfermera educadora experta en diabetes, a través de la que “se pueda dar respuesta a las necesidades formativas y educativas que requieren los 6.000.000 de personas que viven con diabetes en España en la actualidad”, tal y como ha destacado el presidente de FEDE.
Una patología que durante la pandemia se ha visto agravada, especialmente en el confinamiento con la prohibición de realizar ejercicio físico. “El tratamiento de la diabetes se sustenta en tres pilares: dieta, ejercicio y medicación. Los pacientes tipo 1 está enseñados para reaccionar cuando algo de esto falla, pero los tipo 2 -que son entre el 85 y 90% de los pacientes-, no saben jugar con la dieta y el tratamiento sin ejercicio, por lo que sus problemas se han visto empeorados”, ha subrayado Aureliano Ruiz.
“Todas las organizaciones de pacientes reconocen que es fundamental en la calidad de vida de sus representados la existencia de enfermeras expertas en diabetes. Estas profesionales han pasado a ser un referente en la atención del paciente diabético para realizar un correcto seguimiento, para potenciar el autocuidado, para proporcionar una adecuada atención sanitaria, apostando por la prevención y la educación para la salud, proporcionando herramientas al paciente para su empoderamiento, que permita gestionar mejor su enfermedad, siempre asesorado por una enfermera líder en la atención del paciente diabético. Y, por supuesto, sin olvidar a los familiares y cuidadores principales, que muchas veces deben ayudar a gestionar la enfermedad en caso de que el paciente no pueda hacerlo con plena autonomía. Y en tales casos, las enfermeras expertas en diabetes se convierten una vez más en sus principales aliados, siendo referentes en salud”, ha señalado Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería en su intervención.
Acreditación avanzada
Para el Consejo General de Enfermería, comprometido con esta figura, como demuestra la resolución que aprobaron en 2018 donde se definen las competencias que deben desarrollar en el ámbito de atención a los pacientes diabéticos, potenciar esta figura en nuestro sistema sanitario pasa por que el Ministerio de Sanidad ponga en marcha los Diplomas de Acreditación y Acreditación Avanzada para las enfermeras educadoras en diabetes.
“Una medida que vendría a reconocer y permitir que los profesionales que ocupen estos puestos tengan la formación y competencia necesaria para proporcionar unos cuidados de calidad y excelencia a los pacientes que tienen diabetes”, ha destacado el presidente de las 316.000 enfermeras españolas. Este tipo de diplomas son un instrumento previsto por la legislación vigente pero no desarrollados por el Ministerio hasta el momento, pero que, a juicio de Pérez Raya, “servirían para reconocer áreas muy concretas donde los profesionales son expertos y vienen a ser una media compatible con las especialidades enfermeras”, ha destacado.
Reducción del coste
Esta figura, supondría, además, una importante reducción de los costes sanitarios asociados a esta patología. Tal y como explicaba Aureliano Ruiz, “el tratamiento de la diabetes no requiere de grandes avances para reducir sus complicaciones, se realiza con educación terapéutica en diabetes”. Según los datos de FEDE, el coste medio por paciente asciende a 1.300€: un 42% a gasto de farmacia, 26% gasto por atención médica y 32% a hospitalizaciones. “Apostar por la formación en diabetes reduciría un 20% este coste, lo que serían unos 900 millones de euros. Este dinero se podría invertir en más educadoras, más tecnología. Hay tecnología para tipo 1, pero la demandamos para el tipo 2, que llevan el mismo tratamiento. No entendemos que para un mismo tratamiento unos sigan pinchándose los dedos y otros nos”, ha detallado el presidente de FEDE.
Así, han concluido que “el Sistema Nacional de Salud debe adaptarse a las necesidades de salud, transformar el modelo sanitario actual reactivo a otro proactivo, donde se apueste por la prevención para mejorar el tratamiento de las enfermedades crónicas. Por ello es urgente la necesidad de invertir en recursos, pero sobre todo necesitamos educación diabetológica y necesitamos enfermeras especialistas en diabetes”.