REDACCIÓN.- “La responsabilidad de las enfermeras en las unidades de radiodiagnóstico es absolutamente toda”. Así de contundente se ha mostrado el presidente del Colegio de Enfermería de Melilla, Javier Miralles, ante las últimas declaraciones hechas por la Asociación Española de Técnicos en Radiología, Radioterapia y Medicina Nuclear (AETR) en las que se pone en entredicho la profesionalidad y capacidad de enfermería en estas unidades. Y es que, desde la AETR, aseguran que en Melilla hay enfermeros con capacidades insuficientes para manejar equipos de rayos.
Ante tal hecho, el presidente de las enfermeras de Melilla ha querido desmentir esta afirmación destacando la responsabilidad que estas profesionales, que no son pocas en Melilla, asumen en sus puestos de trabajo. “Los enfermeros y médicos son las dos únicas profesiones sanitarias tituladas que prestan servicio en este ámbito profesional, tal como se establece muy claramente en el artículo 2 de la ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de profesiones sanitarias (LOPS). En nuestra responsabilidad recae la vida y el cuidado del paciente, mientras que el resto del personal que presta servicios en las citadas unidades (como son los técnicos de rayos o los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería) no tienen relación directa con este. Los técnicos son profesionales del área sanitaria de formación profesional, y según estipula el artículo 3 de la citada ley 44/2003, todas sus funciones son delegadas, sin que ostenten autonomía ni recaiga sobre ellos la responsabilidad de los cuidados del paciente, ya que no se trata de profesiones sanitarias tituladas según los parámetros de la legislación vigente. Partiendo de esta premisa, nos resulta del todo surrealista que desde el colectivo de técnicos se realicen aseveraciones que afectan al trato, al bienestar o a la seguridad de los pacientes”, afirma Miralles.
Actualmente, Melilla cuenta con enfermeros y enfermeras acreditados por el Consejo de Seguridad Nuclear para manipular este tipo de equipos, además todos ellos son diplomados o graduados en Enfermería, “por lo que están más que capacitados para ofrecer cuidados a los pacientes y velar por su integridad física y su bienestar”, continúa el presidente.
Esta compleja polémica se ha incrementado cuando la AETR ha asegurado que el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) les ha dado la razón y, por lo tanto, en el mes de octubre los enfermeros que manipulan estos equipos y aplicando estas técnicas deberán dejar de hacerlo. Tanto desde el colegio de las enfermeras de Melilla como desde el Sindicato de Enfermería, SATSE, consideran una “absoluta desfachatez por parte de la presidenta de la AETR el burdo intento de menospreciar e injuriar a nuestra profesión, creando una alarma social injustificada en la población de Melilla”. Asimismo, quieren transmitir a la población de Melilla tranquilidad para los pacientes que puedan necesitar estos servicios porque serán atendidos por el personal más cualificado y dedicado que existe en la Administración Pública: las enfermeras y enfermeros”, concluyen desde ambas instituciones.