ÁNGEL M. GREGORIS.- La enfermería Familiar y Comunitaria tiene un papel fundamental para dar educación para la salud a la población, acompañamiento y cuidados en diversos ámbitos y momentos de la vida de las personas. Ante la demanda de posibles casos específicos como la educación sexual, las enfermeras necesitan ampliar su formación para abordarlos de la mejor manera posible. “El abordaje del patrón sexualidad se trata con delicadeza porque el paciente, tanto hombre como mujer, necesita establecer un nivel de confianza con el profesional que lo atiende y tiene que establecerse una cierta situación de empatía”, afirma Laura Alonso, enfermera y sexóloga, responsable de Calidad, Procesos y Docencia, del distrito sanitario Poniente Almería.

Laura Alonso

En este sentido, Alonso ha llevado a cabo un trabajo para conocer la respuesta sexual en hombres en tratamiento con metadona por consumo de heroína, con el que ha logrado el tercer premio Santiago Vergara del Colegio de Enfermería de Almería. Así, hace dos años inició en la consulta que dirige un estudio de calidad de vida de estos pacientes con el objetivo de poder acceder a la problemática social y de salud que tiene un colectivo de pacientes que, por norma, están estigmatizados, pero que no dejan de ser pacientes pluripatológicos la mayoría. “He querido utilizar una visión multidisciplinar para poder atenderlos y facilitarles asesoramiento tanto sexológico como de problemas de salud en general”, explica.

Tras analizar el cuestionario, la enfermera revela que un 20% de los encuestados presenta disfunción eréctil severa, otro 20% moderada y otro 20% de moderada a media. Asimismo, los datos resaltan que un 25% sufría disfunción media y el resto no la sufría. “En este trabajo han participado pacientes que llevaban en ocasiones varios años en tratamiento con metadona de manera ininterrumpida. Establecer un vínculo en esta población es un desafío y sólo puede hacerse desde el marco de referencia del paciente, sus motivaciones y valores, mostrando empatía”, subraya la enfermera.

Para ella, “tal y como están establecidas las consultas, es difícil sacar tiempo para realizar educación sanitaria o sexual con estos pacientes”. “La consecución de objetivos hay que establecerla a medio-largo plazo, aprovechando la asistencia al centro de salud a la recogida de metadona y siempre hay que tener en cuenta que son pacientes complicados que no siempre van a cumplir todas las intervenciones que te propongas con ellos”, destaca.

Además, con la experiencia que le ha dado trabajar al lado de estos pacientes, la enfermera enumera cuáles son sus mayores miedos en cuanto a la sexualidad se refiere. “En este caso el miedo a lograr o mantener una erección les produce una baja confianza en ellos mismos, llegando a veces a evitar tener relaciones. Muchos confesaban que no intentaban realizar el acto sexual con penetración por este motivo. Esto, añadido a la baja autoestima situacional en el que algunos se encuentran, disminuye el deseo sexual”, concluye.