RAQUEL GONZÁLEZ ARIAS.- La nutrición es un campo transversal a la enfermería porque de un adecuado estado nutricional depende la salud de la población general y el pronóstico de los pacientes, especialmente, de los más vulnerables, como pueden ser mayores y crónicos. Es un hecho, por ejemplo, que la estancia hospitalaria de los pacientes que presentan desnutrición se prolonga con respecto a la de aquellos que están bien nutridos.
Por ello, enfermeras de primaria y hospitalaria, entre otros ámbitos, se reúnen estos días en Sevilla para asistir al 23 congreso de Adenyd, la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética que preside Carmen Martín Salinas.
Riesgos de las dietas sin lactosa y sin gluten
Entre los temas que preocupan cuando se habla de nutrición, explica la presidenta de Adenyd a Diario Enfermero, se encuentra el de las dietas restrictivas que se han puesto de moda entre la población y que sin causa que lo justifique algunos deciden adoptar por su cuenta y riesgo.
Es el caso de las dietas sin gluten o sin lactosa, un sinsentido si no somos celiacos o intolerantes, respectivamente. Un sinsentido no exento de riesgos pues, como apunta Martín Salinas, “en el caso de las dietas sin lactosa, el problema es que, si no somos intolerantes, a largo plazo, podemos llegar a serlo. Y a corto plazo, además, podemos tener un déficit de calcio, incrementando el riesgo de osteoporosis».
Nutrición en la dependencia y la cronicidad
El Consejo General de Enfermería y Adenyd han colaborado ya en varios proyectos formativos dirigidos a enfermeras, proyectos de los que estos días se está hablando también durante el encuentro.
Uno de ellos es la participación de esta sociedad científica en el manual de “Cuidados domiciliarios a pacientes con patologías crónicas y dependencia”, donde se dedica un capítulo específico a la nutrición. En este caso, explica Diego Ayuso, secretario general del Consejo y uno de los ponentes de este congreso, “nos dirigimos a los cuidadores de estos pacientes para enseñarles cómo llevar a cabo esos cuidados desde distintos enfoques: la prevención de caídas, los cuidados de la piel, el manejo de la medicación… y, por supuesto, la nutrición”.
Entre las enfermeras que han participado en este capítulo se encuentran Martín Salinas y Mari Lourdes de Torres, vocal de Nutrición del Consejo General de Enfermería. Para esta experta, las claves del cuidado de un paciente dependiente y/o crónico son tres: “en primer lugar, extremar la higiene y la seguridad cuando se manipulan los alimentos. No se puede correr el riesgo de que a un paciente que ya es vulnerable le sumemos una enfermedad transmitida por alimentos”.
En segundo lugar, añade, “la alimentación debe adaptarse al paciente. El cuidador debe saber si este deglute bien o no para optar por aquellos platos que mejor se adapten a sus necesidades. En este sentido, hay que huir del concepto de que a un paciente mayor hay que darle siempre purés. Hay mayores que degluten bien, que pueden masticar y tragar y, por tanto, no hay que limitarles. De otro lado, están los que pueden tener una alteración de la deglución a dos texturas, es decir, que presentan problemas para tomar alimentos como las mandarinas o las uvas, que tienen partes líquidas y partes sólidas. Si es así, hay que evitar este tipo de productos”.
Y aquí llama también la atención sobre un plato muy socorrido cuando se habla de mayores: las sopas. “Sabemos que sientan muy bien, pero hay que ser conscientes de que una sopa no aporta la proteína suficiente por mucho que hayamos puesto una pierna entera de cordero en su preparación. La proteína hay que masticarla y, si hay dificultad para hacerlo, una opción es triturarla, pero no pensemos que la proteína va en el caldo sólo porque le demos sabor”.
Y en tercer lugar, concluye, el cribado nutricional periódico para comprobar el estado del paciente.
Guía de bolsillo para enfermeras
Durante el congreso se ha hablado también de una nueva guía en la que trabajan ya el Consejo General de Enfermería y su Instituto de Investigación junto a Adenyd. “Se trata de una guía de bolsillo que permitirá a las enfermeras llevarla consigo y consultar de forma rápida y sencilla dudas que puedan surgir sobre nutrición. Entre otras cuestiones, se tratan temas como la detección de la malnutrición, la importancia del estado nutricional en los pacientes o la nutrición oral, parenteral y enteral, donde enfermeras y enfermeros desempeñamos una labor fundamental”.
Para Mari Lourdes de Torres será una guía realmente útil porque “evitar y detectar a tiempo la malnutrición salva vidas y es coste efectiva”.
Humanizar las guías
Durante el encuentro se ha celebrado también un interesante coloquio en el que junto a De Torres ha participado también Miguel León Sanz, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Doce de Octubre de Madrid.
El encuentro ha puesto el acento sobre la necesidad de trasladar a los pacientes la información sobre los tratamientos nutricionales que va a recibir. Esto, ha insistido Mari Lourdes de Torres, “debe además reflejarse en las guías. No basta solo con decir que vamos a explicar al paciente lo que vamos a hacer, es preciso que en las guías se recoja la importancia de hacerlo porque la atención al paciente cambia radicalmente cuando humanizamos la asistencia y eso debe ponerse por escrito. En el caso del paciente al que tengamos que poner una sonda, por ejemplo, debemos decirle por qué vamos a colocarla y qué va a sentir cuando se la pongamos”.
Inauguración
El congreso, que comenzó en la tarde de ayer, ha sido inaugurado esta mañana en un encuentro al que ha asistido el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya. En su intervención, el presidente ha hecho hincapié en la importancia que cobra enfermería cuando se habla de nutrición: “El estado nutricional de un paciente es, sin duda, una de las claves de su pronóstico y evolución. Por eso, este encuentro es de interés para todas las enfermeras, independientemente del nivel asistencial o ámbito en el que desempeñéis vuestro trabajo. Lo es en atención hospitalaria y primaria, lo es cuando hablamos de pacientes oncológicos, pacientes que presentan úlceras o que tienen diabetes (…) Y más allá de prestar atención al estado nutricional en situaciones de vulnerabilidad por la edad o por la presencia de patología concretas, también debemos hacerlo en población sana porque de ese estado dependerá también su salud. Es importante que intervengamos en cuestiones que preocupan y mucho, como el exceso de peso, las dietas sin control o los trastornos alimentarios, todos ellos problemas en alza y que requieren de un abordaje multidisciplinar en el que enfermeras y enfermeros somos imprescindibles”.
El congreso concluirá mañana en una jornada en la que se hablará de microbiota, de gastronomía y nutrición, de la desnutrición en enfermedades autoinmunes y de bulos sobre alimentación, entre otros temas.