MARINA VIEIRA.- Una impresionante muralla natural rodea la capital de los chilenos, por un lado, la maravillosa cordillera de Los Andes, por otro, la cordillera de la costa. Santiago de Chile, sepultada entre montañas, ha crecido en horizontal para acoger a casi un tercio de la población del país. Esta urbe cosmopolita que vive al ritmo frenético de una gran ciudad se llena de música y color a lo largo del mes de septiembre. El 18 de este mes los chilenos conmemoran el comienzo del proceso de independencia de España bajo un nombre: fiestas patrias.
Fondas callejeras
Su amor por la carne, la música y la bebida se ve reflejado estas fechas en cualquier punto de la ciudad. En cada esquina se puede encontrar un puesto callejero en el que degustar suculentas carnes a la brasa o beber uno de sus famosos Terremotos – una bebida a base de vino pipeño, helado de piña y granadina-. Pero la mejor celebración se encuentra en las llamadas fondas, instalaciones efímeras en las que durante todo el periodo festivo se vende comida, bebida y se baila sin parar. Las imprescindibles de visitar en la capital chilena son las instaladas en el Parque O’Higgins, situado en pleno centro de la ciudad: diferentes puestos de comida, bebida y música se mezclan entre grupos de amigos y familias que acuden a disfrutar y bailar. La banda sonora de esta celebración es sin duda, la cueca, el baile típico de Chile del que todos los chilenos conocen sus pasos. Entre pañuelos y taconeos demuestran año a año que chilenos y chilenas, sin discriminación de sexo, son grandes bailarines.
Centro de Santiago
Pero no sólo de fiestas vive el visitante y en estos días también se puede aprovechar para conocer los puntos clave de la urbe. Santiago, castigada por guías y críticos de arte por su poca belleza y patrimonio artístico, sorprende a todo el que le da una oportunidad, puede ser por las bajas expectativas que se tienen o porque realmente no se reconoce su potencial.
Se puede pasear desde el centro, donde se encuentra la plaza de armas —punto neurálgico de la ciudad— rodeada de palmeras y jacarandás que en primavera tiñen la ciudad de morado. Caminando por esta zona se aprecia la opulencia decadente de edificios del siglo XIX que se han convertido en tiendas para todo, las calles del centro de la ciudad están divididas por gremios y cada calle concentra tiendas de una temática: ropa de segunda mano, abalorios, zapatos o ropa de importación. En esta zona tampoco se pueden dejar de ver las maravillosas vistas de Los Andes desde el cerro de Santa Lucía, el gentío del mercado central o el Palacio de la Moneda —que fue bombardeado en el golpe de Estado de Pinochet y es la actual sede de la Presidencia del Gobierno de Chile—.
Una pequeña calle de artistas conecta el centro con La Alameda —el parque que divide las calles del centro y recorre casi toda la ciudad—, esta calle engloba el barrio de Lastarria y es un buen lugar en el que hacer una parada para comer. Tiendas hípsters, buenos restaurantes y graffitties decoran el barrio bohemio de Santiago. Desde ahí se deberá ir a Bellavista, visitar La Chascona, una de las casas que Pablo Neruda tenía en la región central de Chile y subir al Cerro San Cristóbal. El visitante puede elegir entre ascender el camino andando o en uno de sus funiculares.
Providencia
Frente a un centro decadente y descuidado se encuentran barrios como Providencia o Las Condes que recuerdan a las mejores zonas de las capitales europeas. Pequeñas casas de arquitectura colonial se cuelan entre grandes rascacielos que acogen las mejores multinacionales del mundo. Se recomienda conocer el Barrio Italia que sigue guardando esa esencia de casas bajas de los primeros conquistadores que intentaban replicar la arquitectura de los países de los que procedían o caminar por la Avenida Pedro de Valdivia, donde —entre otros edificios— destaca la municipalidad de Providencia, una maravilla de la arquitectura historicista. También se recomienda pasear por el parque Araucano o ir de tiendas al más puro estilo Ortega y Gasset por la Calle Alonso de Córdova.
En definitiva, Santiago es una ciudad digna de visitar sobre todo en estas fechas. Cerca del mar y la montaña, en ella, diversión, buena gastronomía, amabilidad de sus gentes y buen trato están asegurados.
Más información: http://www.chileestuyo.cl/
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