BEGOÑA DEL PUEYO.- Los medios de comunicación, que tan útiles pueden ser para sensibilizar frente a determinados fenómenos y denunciar situaciones injustas, también pueden facilitar la dinamización de colectivos afectados por situaciones problemáticas como la violencia contra las mujeres. Un ejemplo es la experiencia de las líderes de la fundación “Levántate Mujer” en la población boliviana de El Alto, con la colaboración de Enfermeras Para el Mundo. Radio Atipiri, una emisora comunitaria, es el escenario perfecto para este programa En El Alto, la población más joven de todo Bolivia, con más de un millón de habitantes, donde conviven la pobreza, la falta de instrucción y la mezcla de poblaciones de origen rural e indígenas aymara y quechua, la fundación “Levántate Mujer” ha creado un centro en el que, independientemente de su formación previa, lo más importante es empoderar a quienes en algún momento de su vida sufrieron discriminación o violencia.
Para fortalecerlas es imprescindible facilitarles una formación útil en el campo laboral, pero fundamentalmente fomentan su autoestima para sentirse orgullosas de ser “supervivientes” de ese ambiente tóxico que sufrieron en algún momento de su vida. En “Levántate Mujer” aprenden a convertirse en dueñas de su destino presente y futuro. Parte de esa formación en liderazgo consiste en enseñarles a expresarse en público, contar historias con la convicción de quienes saben de qué hablan, pero también con la capacidad de aplicar un lenguaje rico en matices. Su principal activo es el conocimiento del entorno, saber llegar de tú a tú a mujeres con las que conviven en el día a día. La espontaneidad y la generosidad de compartir lo que han aprendido en la fundación son su mejor estrategia de comunicación.
Así nació el programa
La colaboración de la fundación “Levántate Mujer” con Radio Atipiri, que ofrece cursos de comunicación para estas líderes, es lo que me hizo pensar en un recurso que en los años 80 había practicado en España, también con radios locales. Hoy resulta muy difícil poner en práctica en nuestro país algo similar a pesar de su eficacia, pero en Bolivia continúa existiendo esa conciencia comunitaria. Llevo más de 30 años de experiencia en emisoras de radio comerciales con periodistas referentes en el medio como Luis del Olmo o Julia Otero. Creo firmemente en la necesidad de que los testimonios de personas afectadas estén presentes en las entrevistas y no solo los profesionales que las representan. Pero de mi experiencia en animación sociocultural también aprendí que pequeños formatos radiofónicos con iniciativas como “Sartasim Warmi” en Radio Atipiri resultan muy eficaces para crear empatía y transmitir mensajes en positivo, con los que pueden identificarse más mujeres.
Un programa como “Sartasim Warmi” tiene doble objetivo: en primer lugar, reafirmar ese liderazgo de las mujeres que, sin ser profesionales del medio, son capaces de trabajar duro para preparar las entrevistas que salen en antena y que reciben el reconocimiento de la audiencia y de su propio colectivo. El otro objetivo es promover reflexiones en mujeres que pueden, a través del programa de radio, acercarse a “Levántate Mujer”, un recurso del Alto que puede ayudarles a mejorar sus propias habilidades o encontrar ayuda ante una situación de violencia.
Efecto bola de nieve
Ana Robles, Roxana Bautista, Rosmary Cruz, Celia Ventura y, muy especialmente Jeaneth Quisbert, alma mater de este equipo de mujeres líderes, han creado el equipo que permite empoderar a otras mujeres. A mi me han enseñado valores de superación y solidaridad entre las propias mujeres que, como persona y como periodista, me han enriquecido durante mi voluntariado con Enfermeras Para el Mundo. En un ambiente tan profesionalizado como el que me muevo, su gestión de sentimientos y la verbalización de conceptos como “amigas”, “hermanas” con las que se dirigen a su audiencia representan un soplo de aire fresco. El programa piloto que durante un mes fuimos armando, con mi conocimiento de la radio, pero sobre todo con su entusiasmo y dedicación, se ha traducido en el espacio que cada lunes escucho entregada a través de Internet, de las cuatro a las cinco de la tarde hora boliviana,(once de la noche hora española) a través de Radio Atipiri. Y continúo aprendiendo con ellas.
ARTÍCULOS RELACIONADOS
EPM lucha contra la trata de niñas en Bolivia con un programa pionero en Centros Educativos