GEMA ROMERO.- En muchas comunidades autónomas, las autoridades locales han considerado a la enfermería nefrológica como personal de segundo nivel en la prioridad de vacunación. Una decisión con la que desde la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica, está en “rotundo desacuerdo”, dado que atienden a pacientes con tratamiento renal sustitutivo, incluso cuando estos pacientes han padecido el COVID-19.
Tal y como recuerda la SEDEN, “al incrementarse el número de casos de infección por SARS-COV2 de la población general, sus consecuencias se trasladan también de manera exponencial, a una población indiscutiblemente vulnerable por su gran fragilidad, como es la de los pacientes renales, máxime cuando han de recibir tratamiento renal sustitutivo, que como sabemos, no puede interrumpirse, sea cual sea la situación epidemiológica”.
Según los últimos datos publicados, a fecha 6 de febrero de 2021 se habían contagiado un total de 4258 pacientes en tratamiento renal sustitutivo, a los que habría que sumar a todos los pacientes contagiados en estadíos previos.
“Todos estos pacientes han sido y están siendo atendidos y cuidados directamente por nuestra enfermería nefrológica. El nivel de riesgo de contagio está basado en la cartera de servicios de cada centro: unidades de hemodiálisis de pacientes agudos y crónicos, diálisis peritoneal, trasplante renal, técnicas de depuración renal en unidades de pacientes críticos, consultas ERCA, consultas de trasplante renal, técnicas de aféresis terapéutica, etc”.
Por todo ello desde la SEDEN subrayan que “la enfermería nefrológica ha de ser considerada como parte de esa conocida primera línea de actividad, y por lo tanto, ha de ser vacunada de forma prioritaria, sea cual sea la Comunidad Autónoma o la institución donde ejercen su actividad”, concluyen.