EUROPA PRESS.- El 61,2% de la población cree que cuando se alcance la inmunidad de grupo contra el COVID-19 a través de las vacunas, lo que se estima sucederá al finalizar el verano, podrá recuperar su vida como era antes de la pandemia, mientras que el 15,7% no concibe esta posibilidad; un 11% cree que tras conseguir la inmunidad aún no se podrá hacer lo mismo que en prepandemia, y, un porcentaje parecido, duda en su respuesta.
Estos datos se desprenden del Barómetro de mayo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que acaba de publicar la cuarta entrega del Estudio sobre los efectos y consecuencias del coronavirus, realizado entre el 14 y 29 del pasado mes a 3.008 personas.
En comparación con la anterior encuesta, publicada en diciembre del pasado año, ha subido 14 puntos la población (47,6%) que confía en la vacunación para recuperar la normalidad. Aunque, también ha subido la población que desconfía, hasta 3 puntos con respecto a los escépticos en la anterior encuesta.
Según señala el CIS, aquellos que no confían en la vuelta a la normalidad, el 26,8% afirma que ha habido muchos cambios en todos los ámbitos y la vida no va a ser igual (crece 5 puntos); un 25,5% defiende que tiene que pasar tiempo para la normalidad y para ver los efectos (4 punto menos); un 15,7% (10 punto más) cree que tendremos que seguir tomando medidas; y un 6,2% cree que tendría que estar toda la población vacunada, que sería necesaria la inmunidad total (baja 5 puntos).
Es llamativo que hace seis meses un 21,9% de la población afirmaba no confiar en la vacuna, en la rapidez con que se ha fabricado y dudaba de su eficacia, por lo que cuestionaba la inmunidad de grupo y la vuelta a la normalidad. Este porcentaje ha bajado hasta el 4,2%, lo que supone una bajada de 17,7 puntos.
Preguntados sobre si han tenido miedo durante las dos últimas semanas, un 28,3% lo ha tenido a que le ocurra algo grave (un accidente, una enfermedad, etc.) y tenga que ir a urgencias; un 25,8% a enfermar o a que se agrave alguna enfermedad que ya tiene; un 23% a estar aislado socialmente; un 16,4% a no poder celebrar eventos importantes (un bautizo, una comunión, una boda, etc.) y, finalmente, un 6,7% a que escaseen los alimentos u otros productos de primera necesidad.
Asimismo, un 86,8% sigue preocupado mucho o bastante por situación del coronavirus que se está viviendo en España y en otros lugares, mientras un 8,3 afirma estar algo preocupada y un 3,4 nada o casi nada. Si se comparan estos datos con hace seis meses se observa que baja la preocupación hasta 12 puntos.
Un 38,2% señala que la familia se está viendo bastante afectada, mientras que, por el contrario, un 48% ve poco afectada, casi nada o nada a la familia directa. Respecto a qué es lo que más les afecta, el 37,7% señala sus relaciones y formas de vivir; le sigue los aspectos laborales (35,9%), los aspectos de salud y atención sanitaria (32,7%); los aspectos emocionales (25%); los aspectos económicos (25,9%) y los aspectos escolares o de estudios (5,9%).
Por otro lado, un 10% afirma haber pasado el coronavirus, se mantiene la población que ha tenido a algún familiar con COVID, afirmación que es confirmada por el 48%. Mientras suben los que señalan que algún amigo ha padecido el COVID-19 (62%) y los que conocen a alguien que ha tenido el coronavirus (85%). En cuanto a la población que conoce a alguien que haya fallecido, se mantiene en todos los casos, el 9,8 tienen algún familiar no conviviente fallecido; el 11,2% ha perdido a algún amigo y hasta el 33% a algún conocido.