R. GONZÁLEZ / A. ALMENDROS.- Los hombres también tienen suelo pélvico y la incontinencia urinaria no es territorio exclusivo de la mujer o las personas mayores. Este es el caso de José que, con tan sólo 57 años, tras una prostatectomía radical se vio afectado por la incontinencia urinaria. Sin embargo, en tan sólo 8 meses, José, recuperó la continencia. Esta es su historia, la tercera de una serie de microentrevistas que con motivo de la Semana Mundial de la Continencia (15 – 21 de junio) el Consejo General de Enfermería junto a las asociaciones de pacientes ASIA (Asociación Incontinencia Anal) y grupo IFE (Incontinencia Fecal España) y la colaboración de Coloplast han puesto en marcha para visibilizar este problema y las soluciones de que disponen estos pacientes.
-¿Qué circunstancias te llevan a padecer un problema de incontinencia urinaria con apenas 57 años?
La aparición de un cáncer de próstata y como consecuencia de ello decidí que operaran y me hicieron una prostataostomía radical. Tenía conocimiento de las dos únicas posibilidades que había que era intervenir o mantener una vigilancia activa y opté por la más rápida y lo que yo pensé que era más eficaz porque me iba a pillar todo el proceso del postoperatorio y todo lo que conlleva -incontinencia urinaria- más joven y no esperar a que avanzar ala enfermedad.
-¿Cómo llegas a la Unidad de Suelo Pélvico?
Tras la primera revisión, fue el médico quien me lo propuso y me apuntó a la consulta.
– ¿Cómo consigues recuperar la continencia y en cuánto tiempo?
Fortaleciendo el suelo pélvico y con unos ejercicios. A los ocho meses yo ya no tenía ninguna pérdida o prácticamente ninguna pérdida. A los cinco o seis meses ya dejé de usar los absorbentes e íbamos tomando medidas de las cantidades que iba perdiendo y a lo último eran gramos. Entonces la forma en la que conseguí que se parara la incontinencia fue a base de una serie de ejercicios muy sencillos. Lo primero era identificar qué tienes suelo pélvico que parece que es un patrimonio exclusivamente femenino y no, suelo pélvico tenemos todos y de hecho una de mis objetivos es hacer ver a todo el mundo, sobre todo a barones, que todos tenemos suelo pélvico, que hay que trabajarlo y que tiene la peculiaridad de que es un músculo que no se ve. No es un bíceps, no es un tríceps… En el momento que lo identificas y lo conoces lo trabajas.
-¿Cómo es tu vida ahora?
Controlada el 97,5%, porque me falta una parte solamente, que creo que es la más difícil de controlar, que es cuando estás muy nervioso o estás en una situación de estrés grande ahí puedes notar una pequeña humedad. Muy pequeña pero lo suficiente para que tu vuelvas otra vez a reactivar todo lo aprendido en la consulta y en cuatro días el músculo parece que reacciona y se vuelve a poner fuerte. Y digo el 97% porque hay una parte que es muy difícil de controlar que son las pérdidas por esfuerzo, que ahí influyen un montón de músculos… Yo me dedicaba hace un par de años al remo tradicional y barcas jábega, y es un esfuerzo muy fuerte y todavía no me atrevido a volver a ese tipo de deportes. En cambio, sí que he estado desde hace un tiempo nadando, casi a diario, sin ningún problema y prácticamente con todo controlado.