GEMA ROMERO.- Uno de los motivos más prevalentes de consulta en los servicios de urgencias y emergencias, es el dolor. “Está estimado que entre el 45 y el 70% de los pacientes que llegan a urgencias van a presentar dolor y al menos un 50% como síntoma principal. Incluso hay autores que ya lo consideran como una patología con entidad propia”. De ahí la necesidad de esta guía, tal y como explica a DiarioEnfermero.es Ángeles Celda, enfermera de urgencias, miembro del grupo de dolor de SEMES y uno de los autores de esta guía.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 5 personas en el mundo, sufre por dolor y un tercio de la población vivirá con dolor durante toda su vida y en España son 9 millones las personas que sufren dolor crónico. Sin embargo, “está demostrado también que hay una oligoanalgesia (tratamiento analgésico subóptimo, ya sea por pautas inadecuadas, dosis insuficientes o fármacos inapropiados), el paciente que acude a urgencias con dolor por ciertas barreras no está tratado todo lo bien que debería y ahí tenemos un margen de mejora importantísimo”.

Así, la guía que ha elaborado el grupo de Dolor de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES-Dolor), trata, en 22 capítulos, los aspectos más importantes del paciente que acude con dolor a urgencias. “La guía habla del manejo del dolor en urgencias y está dividida en aspectos generales, epidemiología, luego por patologías, con lo cual te da una visión general de lo que hay que hacer, de lo que sería las buenas prácticas para el manejo del dolor en urgencias”, subraya esta enfermera del Hospital General Universitario de Valencia.

Papel de la enfermería

Con respecto a la enfermería, esta guía es fundamental “tanto por el cuidado como por ética profesional, para evitar el sufrimiento, los enfermeros tenemos que trabajar bien el dolor”. Además, tal y como subraya Celda, “la enfermera es el primer contacto con el paciente en el triaje, la que hace la valoración. De una buena valoración hay un montón de estudios que dicen que sólo el hecho de valorar el dolor con una escala validada va a proporcionar que el paciente vaya a tener más analgesia y que ésta esté administrada en menos tiempo, que se tarde menos en administrar la analgesia”.

Así, en la guía se incide en todo el trabajo que realiza la enfermería realizado con el dolor: el cuidar, el evaluar, luego tener una reevaluación y controlar todos aquellos efectos o eventos adversos que pueda tener el paciente por la medicación que le administras, igual que controlas ciertas medicaciones por si pudiera tener algún efecto secundario: nauseas, vómitos, supresión respiratoria… Se habla también del registro de las NIC del dolor”, explica Ángeles Celda.

“Me gustaría recalcar que el dolor es muy frecuente en la vida diaria de un hospital, en todos los servicios, y es importante que tomemos de la gran importancia de la valoración, del gran papel que tiene la enfermera en el servicio de urgencias cuando está valorando”. De hecho, en la guía se índice muy especialmente “en la utilización de una escala validada y en el registro. Las enfermeras nos preocupamos por el paciente, le preguntamos si tiene dolor, le ponemos analgesia, luego nos preocupamos por cómo está, si le ha reducido el dolor o no, pero no usamos una escala validada y no lo registramos. Es importantísimo el trabajo que estamos haciendo, y sin embargo, no somos capaces de, por un poco más, registrarlo para después poder evaluarlo, para que podamos ver qué resultado tiene, si lo que estamos haciendo bien o no, para que nos podamos comparar entre hospitales. Eso algo que es fundamental”, destaca esta enfermera de urgencias.

Prescripción por protocolo

Actualmente, en los servicios de Urgencias, a través de protocolos consensuados con todo el servicio, ya está previsto que la enfermera pueda iniciar el tratamiento para el dolor. “Por ejemplo, si viene un paciente con un cólico nefrítico, o con trauma, que también es muy típico, preguntas si tiene alguna alergia, si no hay ningún problema, ya sabes que para ese paciente, con esa patología y esas características, le puedes dar un fármaco inhalado o un paracetamol, pero siempre bajo los protocolos del servicio”, finaliza Celda.

Además, en la guía se abarcan, además de los temas generales del tratamiento del dolor y su manejo por enfermería, temas como el dolor en el niño, anciano y embarazada, el dolor en las emergencias.

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