REDACCIÓN.- Conscientes de la importancia que tiene cuidar la salud mental de nuestros profesionales, el Colegio de Enfermería de Madrid incorpora a su cartera de servicios para colegiados, la asistencia psicológica para enfermeras los 365 días del año y las 24 horas con el objetivo de darles el apoyo necesario cuando sean víctimas de una agresión o de una demanda penal.
Servicio pionero
Con este nuevo servicio, único y pionero en España, la Institución ofrece a las colegiadas y colegiados apoyo y acompañamiento integral en esos momentos difíciles: por un lado, a través de las asesorías jurídicas y del servicio de atención frente a agresiones que ya existe y, por otro, con este nuevo de apoyo psicológico.
Este proyecto demuestra el continuo esfuerzo del colegio por proporcionar a las enfermeras los recursos necesarios para enfrentarse a los desafíos de su día a día en el desempeño de su actividad profesional. Su bienestar emocional también es una prioridad colegial.
Coberturas
La iniciativa se ha incorporado en la póliza de Responsabilidad Civil Profesional suscrita con la compañía Triple A Plus, cuyas coberturas incluyen atención y acompañamiento psicológico; apoyo emocional 24/365; apoyo y asesoramiento proactivo para los asegurados en caso de agresiones y/o demanda penal; prestación del servicio presencial o videollamada con hasta un máximo de tres sesiones por asegurado y año en consulta (con una duración mínima de 45 minutos); y prestación del servicio siempre por titulados en Psicología Clínica.
El colegio amplía así, una vez más, su cartera de servicios a las enfermeras y enfermeros madrileños, quienes pueden consultarlos en su página web: www.codem.es/servicios
¿Psicologizar? No gracias.
Las consecuencias nefastas de la brutal medicalización que sufren nuestros 17 sistemas sanitarios (uno por cada autonomía) está bien a las claras, poniendo en cuestión la sostenibilidad y viabilidad de nuestra sanidad pública.
Nuestros ciegos políticos no parecen darse cuenta de tan funesto fenómeno que se cierne sobre nuestro país. Es más, su ceguera les lleva a fomentar otras desviaciones, como la psicologización. Y claro, las listas de espera y demoras, ante esta nueva y artificial demanda, no se han hecho esperar. Opino que en nuestra esperpentica sanidad, quien o se inventa listas de espera y demoras, sencillamente, no es nadie. Entre estos últimos estamos las enfermeras y enfermeros, haciendo, precisamente, todo lo contrario. O lo que es lo mismo, partiendonos el pecho para que el caos de la gestión y administración, médica, en exclusiva, trascienda lo menos posible a nuestros pacientes.
Que nuestros políticos, de las diversas raleas, sucumben ante las fantasías mediquiles, puede entenderse, aunque no sin hacer un esfuerzo importante. Pero que un colegio de enfermeras contribuya a fomentar la absurda psicólogizacion entre sus colegiados, requiere de un esfuerzo sobre-humano.
¡Vaya forma de fomentar y potenciar la figura de la enfermera especialista en salud mental! Es más, considero que cualquier enfermera o enfermero, incluso, sin la citada especialización, está capacitado para brindar, tanto a la sociedad, como a sus compañeras y compañeros, ese «apoyo y acompañamiento integral» que señala la noticia. O ese «bienestar emocional». El actual Grado en Enfermería ofrece formación, sobradamente, para lo uno y lo otro.
En mi modesta opinión, no debemos confundirnos. A las enfermeras/os de Madrid, y de cualquier lugar de España, nuestras administraciones les prestan un trato humillante y denigrante. Además de unas condiciones de trabajo inhumanas. No olvidemos que en España faltan 97000 para equipararnos a la ratio media de los países de la OCDE.
¡Todo ello no se arregla con psicólogos, señores que gobiernan el Colegio de Madrid! Se arregla con un mínimo de respeto y de dignidad hacia la Enfermería por parte de nuestro sistema sanitario. No hay que equivocarse. ¿Vale?
Isidoro Jiménez Rodríguez.