REDACCIÓN.- Desde la Sociedad Española de Neonatología y la Sociedad Española de Enfermería Neonatal, muestran su apoyo a los profesionales sanitarios y a todos los recién nacidos y sus familias que están sufriendo las consecuencias de la guerra de Oriente Próximo, sea cual sea la ciudad o territorio en el que estén.
Fallecimiento de recién nacidos prematuros
Recientemente, la prensa ha mostrado imágenes del fallecimiento de recién nacidos prematuros y se ha hecho eco del riesgo vital para los que siguen hospitalizados.
«Pedimos a los organismos nacionales e internacionales la puesta en marcha de forma urgente de medidas que protejan y defiendan los derechos humanos fundamentales de estos bebés y sus familias, siendo trasladados con seguridad a otras unidades neonatales donde su cuidado y su derecho a recibir asistencia sanitaria esté garantizado. Asimismo, a que se respete la accesibilidad, la integridad física y la autonomía profesional de los profesionales que realizan su labor en este contexto», argumentan la Sociedad Española de Neonatología y la Sociedad Española de Enfermería Neonatal en el comunicado.
Respeto
«Pensamos que, dentro de la población civil, las personas que están en los hospitales, tanto trabajadores como enfermos, deben de ser respetados y nunca ser usados como diana ni como escudo por los violentos. Dentro de esta población, son los recién nacidos hospitalizados el grupo más frágil y al que hay que proteger por encima de todo, evitando su exposición al horror de la guerra y dándoles seguridad a ellos y a sus familias al igual que al personal que les cuida», añaden.
Carta de los Derechos Humanos
La carta de los Derechos Humanos no distingue el origen del horror y las guerras y por eso «debemos defender siempre la protección de los indefensos, sean del país o lugar de la contienda que sean. «También señalamos que, desde una perspectiva ética, deben prevalecer los valores como la cooperación y colaboración, la solidaridad, la equidad y la corresponsabilidad entre países, tanto de los afectados como los que no y dentro de sus posibilidades».
En definitiva, «rogamos a que estos recién nacidos y sus familias puedan ser cuidados de forma justa y digna para evitar que se produzcan más daños y perjuicios de los acontecidos hasta la fecha actual», finalizan.