La ONG Solidaridad Enfermera Granada continúa su labor de inserción social y cultural con personas del módulo de hombres con trastorno mental grave (TMG) del centro penitenciario de Albolote, promoviendo su bienestar a través de actividades que fortalecen su salud emocional y su conexión con la comunidad. En esta ocasión, el proyecto ha dado un paso significativo con la primera salida cultural de los participantes por la ciudad de Granada.
Bajo la dirección de Manuel Trabado, vicepresidente del Colegio de Enfermería de Granada y delegado de Solidaridad Enfermera en la provincia, los reclusos han tenido la oportunidad de conocer de cerca la historia y el legado de San Juan de Dios. La visita, guiada por Francisco Benavides, director del Museo de San Juan de Dios, ha llevado a los participantes a descubrir la Basílica de San Juan de Dios, el Hospital Real y la Casa de las Pisas, donde se encuentra el Museo de San Juan de Dios.
Cultura y valores para la reinserción
La jornada no solo ha sido una experiencia cultural, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el cuidado, la humanidad y el servicio a los demás, valores que encarna la figura de San Juan de Dios, patrón de los enfermeros. “Este tipo de actividades ayudan a mejorar el bienestar personal de los reclusos y fortalecen su capacidad de afrontamiento y resolución de problemas”, ha destacado Trabado.
Por su parte, Benavides ha expresado su satisfacción por la acogida de la iniciativa: “Ha sido una experiencia enriquecedora para todos. Los participantes se han mostrado muy interesados en la historia y en los valores que transmite San Juan de Dios, lo que demuestra la importancia de acercar la cultura y la historia a quienes más lo necesitan”.
Un proyecto con impacto en la salud mental
El proyecto de Solidaridad Enfermera busca habilitar un espacio que mejore la calidad de vida de personas con TMG a través de técnicas de relajación y ejercicios que refuercen su bienestar emocional y físico. Uno de sus objetivos es apoyar la salud mental y emocional de los participantes, aumentando sus recursos personales.
En esta experiencia ha sido fundamental la labor de acompañamiento de las educadoras y trabajadoras sociales del centro penitenciario, quienes han contribuido a generar un ambiente de confianza y apoyo para los reclusos durante la visita. Su participación ha sido clave para facilitar la integración de los participantes en la actividad y garantizar que pudieran aprovechar al máximo esta oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal.
Esta experiencia marca un avance en la integración social y el acceso a la cultura como un derecho fundamental, promoviendo una sociedad más inclusiva y solidaria.