ÍÑIGO LAPETRA.- El estreno de esta nueva entrega de la franquicia Star Wars ha estado rodeado de polémica desde el principio. Primero no gustó nada a los fans al actor elegido para interpretar a Han Sólo. Más tarde, en pleno rodaje en Canarias sus dos directores fueron despedidos de forma fulminante y sustituidos por Ron Howard un realizador veterano que ha sido responsable de producciones míticas de Hollywood como Cocoon, Splash, Willow, o Apollo 13. A modo de curiosidad cabe contar que Howard comenzó su carrera como actor en American Graffiti, el primer largometraje de George Lucas, verdadero padre de la saga Star Wars. El nuevo director optó por empezar casi de cero: reescritura de guion y rodaje de muchas escenas nuevas (se rumorea que más del 80%de la película).
Una vez terminada la película y en un ejercicio de transparencia inusual en los tiempos que corren, la compañía Disney —nueva dueña de la franquicia— proyectó la película a la prensa dos semanas previas a su estreno mundial. Y los afortunados pagaron semejante privilegio generando un chorreo de críticas negativas que han estado dosificando hasta el día antes de su llegada a las pantallas.
Misión imposible
Con todos los antecedentes da cierto vértigo reconocer que me lo pasé francamente bien viendo esta película. Es cierto que uno no termina de creerse nunca que el protagonista vaya a convertirse en Harrison Ford en pocos años. Pero es que rememorar el crisma de Han Solo en las tres películas originales es misión imposible hasta para el propio Ford que lo intentó en vano en la séptima entrega (El despertar de la fuerza). Además, el espectador debe ser consciente de que estamos los primeros años del personaje y en un entorno tan hostil como es la república galáctica al pobre Solo le queda por recibir unas cuantas cornadas antes de caer en los brazos de la Princesa Leia.
El personaje
En todo caso trata de una película de aventuras para toda la familia, una producción cien por cien palomitera que entretiene de principio a fin. Y si no perteneciese al universo Star Wars probablemente habría cosechado una mejor aceptación. El problema está en la osadía de recuperar un personaje elevado a leyenda como es Han Solo y que fue interpretado en su día por uno de los últimos galanes del cine contemporáneo. Y, al final, las comparaciones son odiosas.