ALICIA ALMENDROS.- Versos que saben a Soria. Así se puede resumir esta capital en la que la literatura es su eje principal. “Resonante, jadeante, marcha el tren. El campo vuela (…) Yo contemplo mi equipaje, mi viejo saco de cuero; y recuerdo otro viaje hacia las tierras del Duero. Otro viaje de ayer por la tierra castellana”. Con el extracto de este poema de Antonio Machado en mente el turista deja volar su imaginación.
Son muchas las leyendas y los poemas que se han escrito sobre esta provincia. A pesar de que el AVE es lo más demandado, viajar a bordo de un convoy de los de siempre es perfecto para conocer esta zona. El Tren Campos de Castilla es una “máquina del tiempo” que invita al viajero a conocer el recorrido que hizo Machado hace más de 100 años cuando llegó a Soria.
La estación de Chamartín es el punto de partida del viaje, que arranca todos los sábados a partir del mes de mayo. A mitad de camino un revisor y un par de personas vestidas de época acompañan a los viajeros realizando una pequeña teatralización. Al llegar productos sorianos como los torreznos o la mantequilla dulce y la salada, sirven como aperitivo para dar la bienvenida.
Literatura
“Si la felicidad es algo posible y real, yo lo identifico con mis años de vida en Soria y con el amor de mi mujer”, así define Antonio Machado la ciudad donde escribió uno de los libros más importantes de la historia de la poesía española
“Campos de Castilla”. Los poemas, fiel reflejo de lo que vive allí y siente, sirven para recorrer Soria a través de la senda literaria. Todavía se conserva el aula donde impartió clases en el instituto de secundaria con su nombre. Además, en el Casino de la Amistad se ubica la Casa de los Poetas donde conocer un poco más de historia de escritores como Machado, Bécquer y Gerardo Diego.
La Laguna Negra es otro de los imprescindibles en este viaje. Repleta de nieve en invierno y flores en verano, traslada al viajero a otro de los poemas de Machado cuyos protagonistas son la familia Alvargonzález. Una visita donde un copioso misterio persigue la mente de los viajeros que, sin pensarlo, se asoman para comprobar si como dice la leyenda la laguna tiene fondo o no.
Emblemas
Las calles del centro invitan a hacer una parada en la Iglesia de Santo Domingo. Su puerta cuenta con un arco en el que sus 1.200 imágenes labran la historia de la Biblia al completo.
San Saturio capitanea lo alto de un cerro vigilando la ciudad. Construida sobre una gruta en la que según la historia viviera en el siglo VI el noble Saturio, esta ermita es una de las imágenes más emblemáticas de Soria. El santero es el encargado de dar la bienvenida a los “huéspedes” y explicar las historias de este espacio que consta de una capilla rupestre y una iglesia con un retablo barroco que llama la atención.
Más información: www.soriavacaciones.es