ALICIA ALMENDROS.- Hace años que Marina García y Sergio Remis trabajan como enfermeros en la unidad hospitalaria de desintoxicación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. Tiempo suficiente para observar que las necesidades de los usuarios, como ocurre con la sociedad en general, han evolucionado. “Detectamos que podíamos aprovechar su estancia en la Unidad para sensibilizarlos acerca de la necesidad de empezar a cambiar de hábitos. Es por ello, que nos decidimos a realizar un proyecto real basado en las necesidades actuales de los usuarios de la unidad”, relata García. Así es como nace el proyecto Stop & Go, una iniciativa enfocada a dar pautas, herramientas y habilidades para que las personas que pasan por la Unidad de Adiciones las incorporen a su estilo de vida como complemento a su desintoxicación durante su estancia y para que después del alta médica les ayuden a mantener la abstinencia.

Funcionamiento

El proyecto Stop&Go se divide en dos fases. “En la primera fase quisimos conocer estas necesidades de los usuarios. Es decir, de qué manera podíamos ayudarles a empezar a acercarse a hábitos más saludables”, comenta García. El siguiente paso fue realizar grupos focales tanto de usuarios como de expertos. En los grupos de usuarios se les preguntó que echaban de menos en la unidad, cuales creían que debían ser los contenidos a trabajar y cómo podíamos ayudarles en este cambio de vida. En los grupos de expertos se preguntó sobre las realidades en un servicio de desintoxicación, las posibilidades de un ingreso y que se podía hacer con los recursos actuales. “Gracias a esta información, desarrollamos la segunda fase, en la cual pusimos en marcha una intervención para que el ingreso en la unidad de desintoxicación también ayudara a sensibilizar en ese ámbito. En esta intervención, consideramos muy importante aprovechar el espacio del que disponíamos; es decir, que el propio espacio nos ayudara a formar a los pacientes. Para ello, contamos con la colaboración de Teresa Duran-Sindreu (diseñadora) y de Isabel López (ilustradora), las cuáles realizaron vinilos informativos para trabajar las distintas necesidades alteradas de los usuarios ingresados”, informa la enfermera.

Así, se dividió la unidad en rincones que ayudan al paciente a recuperar su salud de manera autónoma, cada uno de ellos enfocado a trabajar hábitos saludables en concreto. El primero de ellos es el Rincón Stop&Go, donde sanitarios explican el proyecto. El de los alimentos trata la pirámide alimentaria configurando un menú semanal para que los usuarios puedan elaborar el suyo propio. En el rincón de juegos desarrollan de manera autónoma la capacidad de divertirse y disfrutar, realizando ejercicio físico y de coordinación mediante el juego de los bolos y la herradura, por ejemplo. El ejercicio físico tiene su espacio también en el ping pong donde además pueden divertirse y en el rincón “Como en casa” enseñan como no es necesario ir al gimnasio para hacer el ejercicio, el hogar contiene elementos sencillos para estar en forma. “El programa está dirigido a todos los usuarios que ingresan en la unidad de desintoxicación del Hospital Santa Creu y San Pau. Pero, además, se está desarrollando paralelamente, en el hospital de Torribera (Santa Coloma) una adaptación del programa en la unidad de subaguados de Psiquiatría”, expone García.

Equipos

La enfermería es la responsable de cubrir las necesidades de los pacientes las 24 horas al día. Por tanto, “estamos muy presentes. En las unidades de hospitalización, las enfermeras desarrollan un papel fundamental, por un lado, debe cubrir la abstinencia física a las sustancias a las que abusaba y por otro debe dar herramientas para que el paciente pueda al alta mantener la abstinencia sin necesidad de consumir”, resalta García. Hasta el momento el nivel de satisfacción de los usuarios es muy alto, “sienten que el programa les ayuda a empezar a cambiar de estilo de vida. A nivel de hospitalización, hemos visto que los resultados a 9 meses del proyecto han reducido las tasas de reingreso respecto a los pacientes que no han realizado el proyecto”, añade.

Drogas

Desde que se creó la unidad, el consumo de drogas ha ido evolucionando. Cuando comenzó, en la década de los 80, se consumía, en su mayoría, opiáceos (heroína) y existían enfermedades infecciosas que ponían en riesgo su vida. Actualmente, “a pesar de que aún encontramos consumidores de heroína, su estado de salud con los tratamientos actuales está más estabilizado y su prevalencia de ingreso es menor, siendo las tasas de ingreso mayores en los usuarios consumidores de cocaína y alcohol”, comenta la enfermera. Y es que, a lo largo de los años, la sociedad ha ido evolucionando en el consumo de sustancias, “actualmente nos encontramos mayor tasa de consumo de psicoestimulantes y han aparecido nuevas prácticas de consumo como el chemsex, lo cual hace que debamos también evolucionar en el cuidado de nuestros usuarios. También se hace notorio el aumento de ingresos por dependencia a cannabis en usuarios jóvenes y con gran afectación en todas las esferas de su vida, tanto a nivel social, como en el abandono de estudios e incapacidad para encontrar trabajo…”, enumera García.