REDACCIÓN.- La administración de antibióticos podría incrementar el riesgo de que un niño desarrolle artritis juvenil, según un estudio publicado en la revista Pediatrics por investigadores de la Universidad Rutgers, la Universidad de Pensilvania y el Hospital Infantil Neumours A.I. duPont.

Los autores del estudio encontraron que los niños a los que les fueron prescritos antibióticos tenían el doble de posibilidades de desarrollar artritis juvenil comparados con los niños de la misma edad que no requirieron en su infancia antibióticos para combatir infecciones. Cuanto más ciclos de antibióticos se utilizaron más alto es el riesgo asociado, siendo el más alto en pacientes que recibieron esta clase de medicamentos durante un año.

La artritis juvenil es un tipo de enfermedad autoinmune que implica inflamación en las articulaciones y los ojos y que provoca dolor, pérdida de visión e incapacidad general. Sólo una cuarta parte de los casos tienen un origen genético demostrado, lo que significa que factores externos pueden estar detrás del resto de los casos.

“Nuestro estudio sugiere una nueva razón para no dar antibióticos de forma innecesaria para tratar infecciones que podrían tener un mejor curso sin ellos”, explica Daniel Horton, investigador del departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina Robert Wood Johnson de la Universidad Rutgers.

Los investigadores pusieron en marcha el estudio hace dos años siguiendo la estela de otras investigaciones que relacionaban el empleo de antibióticos con algunas dolencias crónicas, como el síndrome del intestino irritable. La explicación reside en que una actuación sobre la flora microbiana, en ese caso en el intestino, podría jugar un rol en la inflamación de los tejidos u otras enfermedades autoinmunes.

Por otra parte, los chicos que desarrollan la enfermedad son más propensos a las infecciones por un sistema inmune que no funciona bien

Los investigadores usaron para su estudio la base de datos británica que incluye 11 millones de pacientes  y de la muestra de 450.000 niños estudiados 152 fueron diagnosticados de artritis juvenil y se pudo observar el riesgo mayor en los que recibieron antibióticos, especialmente cuando estos medicamentos se utilizaron contra infecciones del tracto respiratorio superior. Sin embargo, no se pudo ver la misma asociación con fármacos antivirales o antifúngicos, sino que el riesgo se circunscribía especialmente a los diseñados para combatir bacterias. Según Horton, los chicos que desarrollan artritis juvenil tienen mayor riesgo de sufrir infecciones, debido en parte a que su sistema inmune no protege frente a esas infecciones tan bien como debería hacerlo.

“De este modo, una explicación alternativa a nuestros hallazgos es que este sistema inmune anormal haría a los niños ser más susceptibles a sufrir graves infecciones incluso antes de ser diagnosticados de artritis. Bajo esta hipótesis, los antibióticos serían un marcador de una inmunidad defectuosa más que la causa directa de la artritis. La gran mayoría de los niños reciben antibióticos y sólo uno de cada mil desarrolla artritis. Así que incluso si los antibióticos contribuyen a la aparición de la artritis, está claro que no es un factor único”, añade Horton.

Serán necesarios más estudios para confirmar la relación entre ambos factores.