IRENE BALLESTEROS.- La alopecia o calvicie es un problema altamente preocupante para muchos hombres y mujeres, sin embargo, cada vez son más los varones que recurren al trasplante capilar para enfrentarse a la caída del cabello, un problema que se estima que afecta al 42,6% de los hombres en nuestro país. Y es que, España es el segundo país del mundo con mayores índices de alopecia, por delante sólo es superado por la República Checa. Pero ¿qué factores intervienen en la aparición de este problema? La alopecia puede surgir por diferentes razones, desde padecer ansiedad, cambios hormonales o simplemente por una cuestión genética. A pesar de que este problema está altamente extendido la realidad es que a día de hoy sigue suponiendo un gran temor para quienes lo sufren, llevando a multitud de hombres a taparse con gorras o usar recursos poco fiables y sin garantías de éxito.
El trasplante capilar es una de las grandes soluciones para imponerse a la caída del cabello y ponerle una solución a la alopecia androgénica en varones, donde los folículos pilosos de la zona frontal, superior y coronilla son más sensibles a la acción de los andrógenos. En la mayor parte de los casos, las causas de este problema que afecta a más de un 60% de hombres a lo largo de su vida es genético y hormonal.
Asumido el diagnóstico y valoradas las opciones para hacer frente a la calvicie, muchos de los pacientes optan por el trasplante capilar como una de las soluciones más efectivas. Esta intervención no sólo requiere de cuidados muy específicos, sino también de un equipo multidisciplinar donde la enfermera juega un rol fundamental. “Es muy importante que la enfermera sepa explicar el proceso al paciente y que le indique cuáles son los cuidados prequirúrgicos y luego, durante la cirugía, es necesario el apoyo enfermero tanto en la instrumentación como en la explicación de toda la medicación y, sobre todo, lo más importante es que los pacientes comprendan cuáles son los cuidados postquirúrgicos”, afirma Yolanda Roldán, enfermera especialista en trasplantes capilares.
El trasplante capilar es un tratamiento quirúrgico mínimamente invasivo que se realiza en quirófano, no requiere de ingreso hospitalario en el mayor de los casos y la recuperación suele completarse pasados aproximadamente 10 días. A pesar de que esta intervención lleva consigo multitud de cuidados y un seguimiento exhaustivo, es muy frecuente que durante el proceso se produzcan complicaciones que no garanticen el éxito del trasplante. Esto se produce cuando los pacientes “no siguen las indicaciones de la enfermera o médico, por ejemplo, lo más típico es hacer deporte cuando les decimos que hasta un mes después de la cirugía no pueden hacerlo”, continúa la enfermera.
Recomendaciones desde enfermería
No realizar deporte, no tomar bebidas con cafeína o dormir boca arriba son algunas de las recomendaciones que desde enfermería recomiendan a estos pacientes para garantizar el éxito del trasplante. “Son muchos cuidados, pero los más importantes son no hacer deporte o esfuerzos físicos, no exponerse al sol y no utilizar gorras, algo muy típico que realizan los pacientes para que nadie les vea, pero eso hace que finalmente el trasplante sea un fracaso”.
El trasplante capilar es un tratamiento muy demandado en los últimos años. En este sentido, la enfermería por su formación y capacitación se ha convertido en una figura totalmente ligada e implicada en el cuidado de estos pacientes, no sólo en el proceso prequirúrgico, sino también en el postquirúrgico, estando muy implicada en este área.
Para ello, desde el Consejo General de Enfermería han querido dirigirse a los pacientes con una guía de cuidados que pueden consultar en CANAL ENFERMERO. Una guía explicada por la enfermera Roldán que pone al servicio de los pacientes un sinfín de recomendaciones para garantizar el éxito del trasplante capilar en aquellos pacientes que se animan a someterse a esta intervención para poner fin al problema de la alopecia.