GEMA ROMERO.- Un conductor perdía el control de su vehículo y arrollaba a más de 30 personas que se encontraban en una terraza. Como consecuencia de esta acción se producía un choque en cadena entre otros 6 vehículos. Todo eran heridos, gritos, humo, caos, confusión….Así se iniciaba en Villaviciosa de Odón (Madrid) el simulacro que ponía punto final al curso de Experto de Urgencias y Emergencias que, desde hace más de 20 años, organiza la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud (EICS).
En total más de 50 víctimas y cerca de 250 intervinientes con un doble objetivo: “mostrar a la población que los enfermeros expertos formados por la Escuela de Ciencias de la Salud están perfectamente preparados para atender las emergencias reales, y que los propios alumnos pongan en práctica los conocimientos que han adquirido a lo largo del curso”, afirmaba Alfonso Yáñez, coordinador del simulacro y profesor de la EICS. También sirve a los propios profesores para evaluar las capacidades de los alumnos para manejarse en una situación real.
Maquillaje de cine
Para dotar al simulacro del mayor realismo posible se ha entrenado a las personas que han hecho de víctimas para que actúen de forma similar a estas emergencias y se ha contado con efectos especiales y maquillaje diseñados por profesionales del cine: explosiones, fuego intenso, humo, heridas muy graves, amputaciones, sangre… Expertos en maquillaje de efectos especiales de cine han caracterizado a más 50 personas, con total realismo, incluyendo amputaciones, quemaduras, barras de hierro incrustadas en el cuerpo, traumatismos craneoencefálicos, etc.
Los enfermeros, alumnos del curso de experto, desconocían la situación a la que iban a enfrentarse. Minutos antes de iniciarse se procedía al sorteo del mando del simulacro y el orden de intervención. Después, en grupos de 3 personas se han integrado en las dotaciones asistenciales: Vehículo de Intervención Rápida (VIR) en la que se trasladaba el mando, Unidades de Soporte Vital Básico y Avanzado y en el camión de catástrofes que se ha desplegado.
Policía y Guardia Civil, como en cualquier situación real, eran los primeros en llegar a la escena para asegurarla y evitar que se produjeran nuevos accidentes. Acto seguido era el turno de las ambulancias que, en un incesante ir y venir, trasladaban a los enfermeros al lugar de los hechos, una explanada en Villaviciosa de Odón. Llegaba el momento de realizar uno de las labores más importantes: clasificar a las víctimas en función de su gravedad, al objeto de poder atender primero a los heridos más graves.
Cada uno en su papel
Poco a poco y conforme pasaban los minutos, el caos inicial, la descoordinación y los nervios iban desapareciendo. Tocaba hacer lo que se había aprendido y practicado en las clases y atender a las víctimas. La prioridad era darles la primera asistencia, estabilizarlas en los puestos médicos habilitados y trasladarlas a los centros hospitalarios en caso de ser necesario.
En todo este trasiego, que ha durado cerca de hora y media, cada cual se ha metido en su papel. Los enfermeros atendiendo, tranquilizando, trasladando y salvando la vida a unas víctimas perfectamente aleccionadas que indicaban teóricas dolencias, escalofríos o que incluso simulaban neumotórax, paradas cardiorrespiratorias o un parto. Así, se ha podido observar cómo los enfermeros realizaban una reanimación cardiopulmonar, se negaban a facilitar información a los medios sobre el estado de los pacientes en su presencia, o cómo los heridos leves, con su buena intención, no dejaban de molestar para que les atendieran, incluyendo algún que otro ataque de pánico.
Al final, “y aunque todo se puede mejorar, el simulacro ha sido todo un éxito”, a juicio de Alfonso Yáñez. Algo en lo que también coincide Rosa Mozo, una de las alumnas que se han examinado con este simulacro, para quien el curso de la Escuela de Ciencias de la Salud, “nos había preparado perfectamente, con seminarios presenciales y prácticas, tanto para afrontar un simulacro de estas características como las emergencias de la vida real, que son muy diferentes”.
Título de Experto en Emergencias
Este simulacro es parte del examen final de los alumnos del título de Experto Universitario en Urgencias y Emergencias de la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud de la Organización Colegial de Enfermería de España (impartido también por colegios de enfermería de todo el país). La formación consiste en conocimientos científicos y profesionales, así como una preparación tanto física como psicológica.
Para poder realizar este gran simulacro ha sido necesaria la colaboración y participación de los expertos en emergencias de la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud, el Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón, los servicios de emergencia de la Comunidad de Madrid (SUMMA 112), Protección Civil de Pozuelo de Las Rozas (SAMER), el Servicio de Emergencias municipal de Boadilla del Monte, Guardia Civil, la Policía Local de Villaviciosa de Odón. Todos ellos han facilitado expertos y dotaciones asistenciales. También han contado con la colaboración de Unilever, con su marca Frigo, que ha cedido el material para simular la terraza.