DAVID RUIPÉREZ / MARINA VIEIRA.- En Valencia se acaba de encontrar un nuevo caso de un paciente infectado por el virus Zika. En Barcelona la semana pasada nació el primer bebé con microcefalia causada por el virus. El incremento de casos de personas infectadas en nuestro país ha dejado de ser anecdótico. Por esta razón, Rubén Yagüe, enfermero del Hospital Royo Vilanova de Zaragoza, ha elaborado una guía para “capacitar al profesional a cuidar oportunamente al paciente infectado por una patología de la que apenas se tiene experiencia clínica en nuestro país a día de hoy” explica el enfermero. “Nuestro país se encuentra en especial riesgo por poseer vectores competentes en muchas provincias y por ser un importante destino turístico y migratorio” por ello el enfermero y Daniel Segarra -un compañero médico- se decidieron a realizar esta investigación que “estudia el Zika desde el punto de vista de los cuidados de enfermería”.
La guía tiene como objetivo dar a conocer los síntomas de esta enfermedad y permitir a los enfermeros españoles enfrentarse a esta infección con todas las capacidades. En ella, se describen todos los síntomas de la enfermedad, su origen y adversidades así como el tratamiento recomendado para esta infección que aunque “no tiene tratamiento médico específico” deberá ser el “alivio sintomático basado en reposo relativo, hidratación y antihistamínicos para el prurito y analgésicos para el dolor” relata el enfermero zaragozano en el estudio. También describe que el papel del enfermero frente al enfermo por Zika consistirá en la “satisfacción integral de las necesidades asociadas a los cinco signos y síntomas más incapacitantes que típicamente presenta un paciente por Zika que son: náuseas y vómitos, diarrea, fiebre, fatiga y dolor agudo”.
Detección precoz de casos
La enfermería de Atención Primaria juega un papel fundamental en la detección precoz de pacientes infectados por Zika y es imprescindible que estos profesionales conozcan los síntomas de esta enfermedad para “poder derivar al paciente a los profesionales oportunos y así realicen el diagnóstico definitivo” relata el enfermero Yagüe. Estas medidas de detección “deberán ser reforzadas ante colectivos de riesgo, como son embarazadas, pacientes imnunodeprimidos, pacientes con enfermedades crónicas graves – ya que son especialmente vulnerables a la infección- y personas que hayan viajado recientemente a zonas endémicas o con brotes activos de Zika” concluye el enfermero responsable de la guía.
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