A.GUTIÉRREZ / A.ALMENDROS.-Para que una analítica sea fiable se desechan 10 mililitros de sangre. Para evitar esa pérdida, el riesgo de infecciones por exceso de manipulación y además ahorrar costes, Pedro Villalta, enfermero de UCI del hospital de Móstoles, en Madrid, ha diseñado una válvula antidesecho de sangre.

“Esta válvula nos permite administrar medicación y a la vez extraer analítica para enviarla al laboratorio evitando desechar sangre del paciente, que es muy importante para evitar la anemia iatrogénica del paciente crítico, por ejemplo”, explica Villalta.

En la actualidad, si un paciente tiene canalizada una vía con un catéter, este se aprovecha tanto para inyectar medicación como para extraer la sangre de las analíticas. “Con los 10 mililitros que se desechan, más otros 10 que necesito para hacer una bioquímica coagulación hematimetría, suponen 20 mililitros; al cabo de dos o tres analíticas al día conseguimos extraer al paciente 40 o 50 mililitros; al final de una semana son prácticamente 150 mililitros, y en u mes, a estos pacientes que están en intensivos, llegamos a extraerles hasta 600 mililitros de sangre. Y esto es mucho”, argumenta Villalta.

Desarrollo de la idea Tras su práctica y experiencia personal este enfermero decidió buscar una solución, e inventó este sistema. “Su funcionamiento es muy simple, sin desconectar el sistema cerramos la perfusión que esté pasando por el catéter; por la válvula distal, la más alejada de este, conectamos una jeringa o campana de extracción y extraemos la sangre para enviar al laboratorio, abrimos el clamp y la jeringa en la que tenemos la sangre que se iba a desechar, se perfunde al paciente, abriendo después la perfusión. Esta sangre no ha estado en contacto con el exterior y hemos tardado menos de 10 segundos en extraerla para la analítica, por lo cual no hay posibilidad de coagulación de la misma”, explica Villalta.

Con este sistema se consigue extraer sangre de un sistema cerrado, sin desconectar el sistema y sin desechar sangre. De momento Pedro Villalta ha dado el primer paso: patentar la invención internacionalmente, ahora sólo falta que la industria apueste por esta original válvula y se haga realidad.