A. ALMENDROS.- Más de la mitad de los adolescentes encuestados han consumido contenido pornográfico, revelando una edad media de primera visualización de 12 años. Así lo desprende el estudio “Encuesta para conocer la percepción sobre la educación sexual en adolescentes”, llevado a cabo por enfermeras del Centro de Salud Alcázar I en colaboración de la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
La encuesta realizada a 248 estudiantes, de entre 13 y 19 años, que cursaban 3.º y 4.º de Educación Secundaria Obligatoria y Grado Superior, revela una falta de educación sexual homogénea tanto en el ámbito escolar como familiar. Los resultados muestran que más de la mitad de los adolescentes encuestados han consumido contenido pornográfico, con una edad media de primera visualización a los 12 años, y la más temprana a los seis años.
Uno de los aspectos más alarmantes es que el 12 por ciento de los encuestados afirma haber tenido relaciones sexuales, de los cuales casi el 75% no utilizó ningún método de protección. La media de edad de la primera relación sexual entre los estudiantes es de aproximadamente 14 años.
Consumo de contenido pornográfico
En este trabajo de investigación, se incide en que el acceso a internet y el consumo de contenido pornográfico se han relacionado directamente con conductas sexuales de riesgo, mientras que la percepción de riesgo variaba entre sexos, siendo las mujeres más conscientes de los peligros que entraña mantener relaciones sexuales sin utilizar ningún método de protección.
Las investigadoras Isabel María Velasco y Ana Polo enfatizan en la importancia de comprender las actitudes y percepciones de los adolescentes para evaluar el impacto de estos conocimientos, proponiendo la implantación de programas educativos comunes y talleres de discusión dirigidos por profesionales de la salud, ya que, en su opinión, “la disparidad en la información recibida desde la familia y los centros educativos resalta la necesidad de homogeneizar el contenido de educación sexual”.
“Este estudio es una llamada a la acción para mejorar la educación sexual en la juventud, abogando por un enfoque integral y homogéneo que promueva la salud y el bienestar de los adolescentes en toda la región”, recalcan Velasco y Polo.