EUROPA PRESS.- Investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) han identificado una serie de síntomas asociados al cáncer de páncreas, entre los que se incluyen dos síntomas no reconocidos hasta ahora como sentir sed y tener orina oscura.
El estudio ha confirmado otros 21 signos de cáncer de páncreas y ha demostrado que los pacientes suelen presentar algunos síntomas de la enfermedad hasta un año antes de que se les diagnostique el cáncer, y otros síntomas alarmantes tres meses antes del diagnóstico.
Los investigadores esperan que sus hallazgos puedan mejorar la supervivencia ayudando a los médicos a diagnosticar la enfermedad antes, especialmente cuando los pacientes presentan varios síntomas aparentemente inespecíficos.
El cáncer de páncreas tiene la menor supervivencia de todos los cánceres comunes, con una supervivencia a cinco años de alrededor del 7 por ciento. Por desgracia, la mayoría de las personas con cáncer de páncreas se diagnostican en una fase tardía.
Los investigadores quieren conocer mejor los primeros signos del cáncer de páncreas, ya que si los pacientes y los médicos de cabecera son más conscientes de los síntomas, podrían ser diagnosticados antes, cuando sus posibilidades de supervivencia son mayores.
Estos científicos analizaron los datos de 24.236 pacientes a los que se les diagnosticó cáncer de páncreas en Inglaterra entre 2000 y 2017 utilizando una gran base de datos electrónica (QResearch). Los investigadores observaron los síntomas de los pacientes en diferentes momentos antes de que se les diagnosticara el cáncer y los compararon con los síntomas de otros pacientes a los que no se les diagnosticó cáncer de páncreas.
El color amarillento de la piel (ictericia) y las hemorragias en el estómago o el intestino fueron los dos síntomas graves más relacionados con el diagnóstico de adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC), el tipo más común de cáncer de páncreas, y en las neoplasias neuroendocrinas pancreáticas (PNEN), una forma más rara de cáncer de páncreas. Además, los investigadores identificaron la sed y la orina oscura como síntomas hasta ahora desconocidos del PDAC.
«Cuando el cáncer de páncreas se diagnostica antes, los pacientes tienen más posibilidades de sobrevivir. Es posible diagnosticar a los pacientes cuando acuden a su médico de cabecera, pero tanto los pacientes como los médicos de cabecera deben conocer los síntomas asociados al cáncer de páncreas», explica uno de los líderes del trabajo, Weiqi Liao, científico de datos de la Universidad de Oxford.
La investigación, que es el mayor estudio de este tipo, encontró 23 síntomas vinculados con el diagnóstico de cáncer de páncreas: coloración amarillenta de la piel, sangrado en el estómago o el intestino, problemas para tragar, diarrea, cambio en los hábitos intestinales, vómitos, indigestión, masa abdominal, dolor abdominal, pérdida de peso, estreñimiento, grasa en las heces, hinchazón abdominal, náuseas, flatulencia, ardor de estómago, fiebre, cansancio, pérdida de apetito, picor, dolor de espalda, sed y orina oscura.
Nueve síntomas se relacionaron con el PNEN: coloración amarillenta de la piel, sangre en las heces, diarrea, cambio en los hábitos intestinales, vómitos, indigestión, masa abdominal, dolor abdominal y pérdida de peso.
Aunque la mayoría de los síntomas no eran específicos del cáncer de páncreas y podían deberse a otras afecciones benignas, los investigadores descubrieron que los pacientes diagnosticados de cáncer de páncreas tenían una mayor probabilidad de experimentar algunos de estos síntomas no específicos un año antes del diagnóstico.
«Estos nuevos hallazgos nos permiten seguir trabajando en la comprensión de los síntomas que podrían sugerir un cáncer de páncreas. Esto ayudará a los médicos de cabecera a tomar decisiones sobre a quién remitir para realizar pruebas urgentes, especialmente cuando los pacientes presentan varios síntomas aparentemente inespecíficos», comenta el doctor Liao.
Aunque este estudio es uno de los mayores de su clase, los datos más antiguos no incluían en qué fase se encontraba el cáncer de los pacientes cuando se les diagnosticó, lo que significa que los investigadores no pudieron explorar qué síntomas se asociaban con la enfermedad en fase inicial y cuáles con la enfermedad en fase avanzada.
Además, como el PNEN es un cáncer más raro, solo se dispone de una pequeña cantidad de datos en el periodo de estudio, lo que significa que es más difícil para los investigadores detectar otros posibles síntomas. Ahora, el doctor Liao también está trabajando con otros investigadores para comparar estos resultados con los datos de los síntomas de otros grupos de pacientes.