REDACCIÓN.- El uso de los videojuegos favorece la curación de los niños enfermos de cáncer, según ha evidenciado un estudio promovido por Fundación Juegaterapia, llevado a cabo en el Hospital La Paz de Madrid y publicado en el Journal of Medical Internet Research.
Esta es la primera vez que se mide el efecto beneficioso de la utilización de los videojuegos en el manejo del dolor agudo. Ya estaba demostrada la mejoría en los pacientes pediátricos desde el punto de vista psicológico, ya que reduce la ansiedad que les produce la hospitalización, favoreciendo la relajación mental en dichas situaciones.
La investigación compara la influencia del empleo de videoconsolas en el dolor de los niños, las dosis de morfina requeridas y el nivel de activación del sistema simpático/parasimpático con dispositivos de monitorización de última generación (Analgesia-Nocicepción Index y Algiscan).
El estudio queda reflejado en el documental «La quimio jugando se pasa volando» donde los protagonistas, niños con cáncer, sus familias, el equipo médico de La Paz y Juegaterapia hablan de su experiencia personal y científica. Además, cuenta con la colaboración especial de Alejandro Sanz que pone su voz en la narración.
El documental, que se puede ver ya en Amazon Prime Video y en Filmin a partir del 25 de enero, cuenta con los testimonios reales de los niños Estephany, Dani, Mario, Carlos, Marcos, Aaron, David, Héctor, Alejandro y Manuel que, junto a sus familias, explican lo que supuso para ellos el cáncer y cómo los videojuegos les ayudaron a superarlo.
La Fundación Juegateparia con esta campaña hace un llamamiento a la donación de consolas ahora, pasadas las navidades, momento en el que se sustituyen las antiguas por las nuevas que han llegado a las casas como regalo en estas fiestas. Además, quiere con la difusión de los resultados de este estudio científico, llegar a las direcciones médicas hospitalarias para incluir a los videojuegos en los protocolos de las terapias sanitarias.
Datos
El dolor que los niños sintieron durante la observación fue menor porque disminuyó un 20% el consumo diario de morfina; esto hace referencia al dolor basal y al estado de ánimo llegando a registrarse una disminución de hasta el 44% en los momentos de más intensidad, el dolor incidental. Todo ello medido mediante una Escala Visual Analógica.
La nocicepción (percepción consciente del dolor) aguda está asociada a cambios en la regulación del balance simpático-parasimpático. Ante una amenaza física, nuestro organismo activa el sistema simpático para ayudarnos a huir de esa agresión, pero al mismo tiempo actúa de forma negativa ya que aumenta la tensión arterial y el ritmo cardíaco, entre otras consecuencias. La manera de contrarrestar esta situación es con la activación del sistema parasimpático, el cual favorece la recuperación fisiológica.
En la realización de este estudio, a los niños enfermos de cáncer que sufrían mucositis, una de las consecuencias post-quimioterapia más dolorosas que no les permite ni tragar saliva, se les ofreció jugar con videoconsolas mientras se les controlaba con dos dispositivos: por una parte, el monitor de Analgesia-Nocicepción Index (ANIR) que mide la frecuencia cardíaca y con el sistema de videopupilometría AlgiscanR. El resultado fue que no se registraron cambios en el tamaño de la pupila a pesar de una menor dosis de morfina, lo cual indica un aumento del 14% del tono parasimpático y un alivio del dolor en un 14%.