MARINA VIEIRA.- Una investigación liderada por una enfermera canaria ha iniciado un estudio para medir la fragilidad de los mayores en la Isla de La Palma. Es la primera iniciativa de estas características en las Islas Canarias a pesar de que la comunidad autónoma registra uno de los mayores índices de envejecimiento del país, especialmente en las islas de El Hierro, La Gomera y La Palma de acuerdo a los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El término “fragilidad” está de actualidad en el sistema sanitario y es cada vez más utilizado en la comunidad científica. La fragilidad puede ser definida como el estado de vulnerabilidad o disminución de las reservas fisiológicas asociado al proceso de envejecimiento y empleado como un predictor de discapacidad. Se asocia a un aumento de mortalidad, institucionalización y un mayor uso de los servicios de urgencia.
El equipo de investigación liderado por la enfermera Elisa Díaz Navarro, ha difundido esta iniciativa en los centros de salud, donde se invita a los mayores de 70 años a participar. En él, el grupo de investigadores analiza, entre otros aspectos, la fuerza prensora de la mano del participante, su nivel de autonomía, su estado nutricional, mental o anímico.
Resultados preliminares
A pesar de que el proyecto se inició en febrero de este año, se conocen los resultados preliminares que revelan que un 24,7% de la población palmera es frágil, datos que se sitúan por encima del resultado de otros estudios nacionales que han empleado la misma técnica de detección. Por ello, los responsables del estudio sugieren “que una situación que está altamente relacionada con la fragilidad es la pérdida de energía referida por la propia persona, así como la desnutrición detectada a través de un cuestionario creado para este fin”. También los resultados revelan que “como ya afirmaban otros estudios, se incrementa el riesgo de ser frágil con la edad, especialmente a partir de los 76 años”.
Del mismo modo el equipo de investigación quiere resaltar que “aunque estos resultados son preliminares y pueden verse modificados una vez se complete el estudio, existe una necesidad real de analizar una población como la palmera por su singularidad como población envejecida y rural” además especifican que “este será el punto de partida para poder establecer un plan de intervención desde la prevención, de manera que los recursos sociosanitarios puedan distribuirse una forma más eficiente y se consiga retrasar la aparición de discapacidad en los mayores de la isla”.
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