ALICIA ALMENDROS.- Un estudio, realizado por la Asociación de Enfermeras de Emergencia (ENA) de EEUU, y publicado en la revista Journal of Emergency Nursing, muestra que la angustia moral de los sanitarios que trabajan en el servicio de emergencias es diferente a la de otras especialidades.
Esta angustia aparece cuando alguien se ve limitado para tomar la decisión que cree que es correcta. Los autores del estudio han observado que a diferencia de la angustia moral encontrada en otras áreas de enfermería, las causas de sufrimiento en las enfermeras de emergencias son el entorno en el que trabajan y no el incidente. Los departamentos de emergencia no tienen un paciente o día típico, lo que significa que las enfermeras de emergencia pueden no tener tiempo para establecer una relación con los pacientes. La interacción de estos profesionales con los pacientes en urgencias se mide en minutos y horas, no en días como en otras áreas.
“Las enfermeras de emergencia salvan vidas y por tanto requieren un entorno donde poder actuar de forma eficiente teniendo en cuenta la limitación de tiempo de la que disponen en la mayoría de las ocasiones”, explica el presidente de la Asociación Matthew F.Powers. “Esta investigación es un excelente comienzo para entender las distintas causas de la angustia moral de las enfermeras de emergencias y cómo hacerle frente”, puntualiza.
“Es cierto que las enfermeras de las unidades de emergencia trabajan en ambientes hostiles; tanto desde el punto de vista de atención al paciente (tiempo dependencia, personal inadecuado o a veces inseguro, perfiles profesionales del paciente…), como del entorno que rodea a las emergencias, como bien señala el estudio”, comenta Juan Carlos Gómez, enfermero experto en urgencias y emergencias.
Factores
La excesiva documentación, el enfoque de métricas basadas en el tiempo, la dotación de personal inadecuado o inseguro, o el perfil de paciente asociado sobre todo a las adicciones o a trastornos de comportamiento, fueron algunos de los factores ambientales específicos descritos por los participantes como causas de angustia moral.
“Pese a que los factores anteriormente descritos son universales, el fenómeno específico que describe el artículo de angustia moral –aunque preferimos el término diagnóstico de la NANDA, sufrimiento moral- presenta unas manifestaciones diferentes en el personal de enfermería de emergencias en España quizás por ser sistemas sanitarios diferentes”, relata Gómez. “Independientemente de estas diferencias, para evitar que se produzcan casos de sufrimiento moral en nuestras enfermeras de emergencias, se deben instaurar espacios de expresión para que estos profesionales verbalicen sus apreciaciones como agentes protagonistas de los cuidados y estos comentarios sean tenidos en cuenta en los sistemas sanitarios”, subraya Gómez.
Estas limitaciones ambientales de los servicios de urgencias provocan malestar moral para las enfermeras ya que sienten que no son capaces de proporcionar una atención adecuada a sus pacientes. “Los participantes expresaron un deseo común de proporcionar un cuidado compasivo y de alta calidad a sus pacientes y describieron aspectos disfuncionales y desafiantes del entorno que les provocada esta angustia impidiéndoles proporcionar una atención segura y eficaz al paciente”, comenta Lisa A. Wolf una de las autoras del estudio.
Este ha sido el primer estudio de este tipo, ya que hasta este momento sólo se habían limitado a identificar las necesidades específicas de las enfermeras fuera de emergencias. Expertos de la ENA aconsejan que las futuras investigaciones deberían centrarse en el desarrollo y la validación de un instrumento para medir la angustia moral en el entorno de urgencias, así como en las estrategias para ayudar a las enfermeras de esta área a hacer frente a esta angustia.