REDACCIÓN/EUROPA PRESS.- La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; y la ministra de Sanidad, Mónica García, han presentado este jueves, a pesar de que fue creado el pasado mes de julio, el Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC), un nuevo organismo para abordar transversalmente el impacto que el cambio climático tiene sobre la salud. Así, un nuevo organismo analizará el impacto en salud del cambio climático.
«La crisis climática va a amplificar las enfermedades. En los próximos años podríamos ver cómo enfermedades como el dengue, propio de lugares más cálidos, puede llegar a suponer un problema de salud pública aquí», ha advertido la ministra de Sanidad.
Asimismo, García ha remarcado que, si el cambio climático perjudica la salud, la transición ecológica «es también una política de salud pública». «¿Cuántos años de vida nos regala una planta fotovoltaica o un parque eólico? ¿Cuánta vida nos regala la transición ecológica con justicia social?», se ha preguntado.
El Observatorio de Salud y Cambio Climático es un instrumento público para el cuidado con el que el Gobierno quiere contribuir «al progreso y al bienestar de las generaciones presentes y futuras» y que tiene el objetivo de definir los riesgos para la salud asociados a la crisis climática; crear un sistema de avisos y alertas por amenazas para la salud derivadas del clima; y promover una cultura de la autoprotección en la sociedad, especialmente en los grupos más vulnerables.
Actualmente se están configurando los grupos de expertos del Observatorio, cuya misión será dar una respuesta «ágil y eficaz» a retos concretos como el impacto del cambio climático en la salud mental, en la calidad del agua o comunicar «más y mejor» para crear conciencia ciudadana sobre la importancia de protegerse de los efectos del cambio climático.
«La crisis climática es una crisis de salud pública, emitir gases de efecto invernadero crea un clima más hostil para la vida y nos hace tener una mayor mortalidad, eso es una evidencia», ha afirmado la ministra de Sanidad, quien ha recordado que, según la Organización Mundial de la Salud, el cambio climático «es la mayor amenaza para la salud mundial».
En este punto, García ha asegurado que el cambio climático «va a perjudicar seriamente la salud de los españoles» y, por ello, el Sistema Nacional de Salud «tiene que dar un paso al frente» y ser «una herramienta más» para combatir la crisis climática. Para la responsable de Sanidad, el papel de los sistemas sanitario no es sólo adaptarse a lo que está por venir, «sino también impedir que vaya más allá».
Pérdida de vidas humanas
Durante su intervención, la ministra Ribera ha reconocido que «una alerta mal dada, una falta de información sobre cómo se debe reaccionar ante una alerta, puede suponer un riesgo y, en los casos más extremos, la pérdida de vidas humanas». «Por eso la colaboración institucional es indispensable», ha sentenciado.
«Ya hemos experimentado terribles olas de calor, con fallecimientos prematuros en nuestro país. Y a eso se suman otros episodios enormemente peligrosos también. Puede ocurrir que haya temperaturas extremas en la otra dirección, temperaturas extremas desde el punto de vista del frío y que tenga una incidencia directa en la salud mental de las personas, de los más jóvenes», ha agregado la también vicepresidenta tercera del Gobierno.
Precisamente, Ribera ha indicado que en los grupos de población más jóvenes «puede ocurrir que haya una afección directa a la integridad física como consecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, episodios severos de inundación o grandes desastres naturales ocasionados por la alteración de las condiciones climáticas». Por ello, considera que es necesario el Observatorio de Salud y Cambio Climático «para proteger a la gente».
Entre las tareas que tiene definidas el Observatorio, la vicepresidenta tercera del Gobierno ha resaltado actualizar la información sobre los impactos del cambio climático para la salud; que, cuando se genera una alerta, las administraciones locales sepan qué significa, cómo gestionar, cómo tutelar y que haya protocolos «razonablemente establecidos, y una capacidad de respuesta inmediata», que es la que, a su juicio, «genera un impacto mejor».
Olas de calor y de frío
En la misma línea, Diana Morant ha lamentado que las olas de calor y de frío estén «aumentando su intensidad por el cambio climático». «La velocidad a la que aumenta la temperatura de la Tierra es alarmante y debemos actuar ya», ha zanjado.
El cometido del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades en el Observatorio, según ha detallado Morant, será «aportar luz y guía, aportar y distribuir conocimiento».
«Fomentaremos la investigación científica en materia de salud y cambio climático en el sistema de ciencia, tecnología e innovación de nuestro país y luego compartiremos este conocimiento para ayudar a planificar y tomar las mejores decisiones y proteger así a la ciudadanía ante fenómenos como las olas de calor o de frío que está aumentando su frecuencia e intensidad a causa del calentamiento global», ha explicado.
La ministra ha incidido en la necesidad de «escuchar a la ciencia, que lanza dos mensajes claros»: «Que la crisis climática es una crisis que está dañando la salud del planeta y que, a pesar de ser un problema global, el cambio climático no afecta a todas las personas ni a todos los territorios por igual».
«La ciencia es el faro de nuestro Gobierno para mejorar la vida de las personas. Larga vida al Observatorio de Salud y Cambio Climático», ha concluido la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades.
Papel de las enfermeras
Por su parte, José Luis Cobos, vicepresidente III del Consejo General de Enfermería, presente en la presentación de este nuevo organismo, ha destacado también «el papel que desempeñan las enfermeras en materia de prevención y promoción de la salud. Buena prueba de ello son las campañas de salud pública editadas por el Consejo General de Enfermería para prevenir los efectos de las olas de calor entre la población, especialmente la más vulnerable, o sobre cómo actuar en caso de un golpe de calor, tanto si lo sufrimos personalmente, como si lo observamos en otras personas. Las enfermeras tenemos mucho decir en materia de cambio climático, y es algo que tenemos que reforzar también entre la población», así lo ha subrayado en declaraciones a DiarioEnfermero.es.