MARINA VIEIRA.- Un equipo de investigación sobre el cáncer ha descubierto en Reino Unido una nueva forma de reducir el crecimiento de uno de los tipos de cáncer de mama más agresivos, de acuerdo a un estudio publicado hoy en el Journal Oncogene. El equipo, formado por investigadores de la Universidad de Oxford y la Universidad de Nothingham, descubrió que utilizando un medicamento llamado JQ1 se puede alterar la forma que tienen las células cancerígenas de responder a la falta de oxígeno, en más del 50% de cánceres de mama, incluyendo el cáncer de mama triple negativo, la variante de esta enfermedad que cuenta con un tratamiento más complicado.
El JQ1 trabaja evitando que las células de cáncer se adapten a una falta de oxígeno. Los resultados del estudio mostraban que el JQ1 ralentizaba el crecimiento del tumor y limitaba el número de vasos sanguíneos que se producían. Cuando el tumor de mama de un paciente necesita oxígeno puede resultar mucho más difícil de ser tratado correctamente. Estas células son capaces de adaptarse a la falta de oxígeno, cambiar su biología y convertirse en resistentes a los tratamientos convencionales. Cuando hay bajos niveles de oxígeno, las células tumorales crean genes específicos que envían señales a nuevos vasos sanguíneos para suplirlos con oxígeno fresco, otorgando al cáncer los nutrientes que necesita para crecer y expandirse. Alan McIntyre, coautor del estudio de la Universidad de Nottingham, explica “el cáncer de mama triple negativo es un reto. El JQ1 puede ser la clave para ayudar a las mujeres con cánceres de mama agresivos”.
El estudio explica cómo funciona la familia de medicamentos a los que el JQ1 pertenece. A pesar de que estos fármacos – conocidos como brodomanina o inhibidor extraterminal- han sido utilizados para tratar el cáncer anteriormente, nunca se habían utilizado para analizar el papel que puedan tener en la hipoxia y este dato puede ser vital para pacientes que tienen cánceres de difícil tratamiento. Nell Barrie, gerente de comunicaciones del Breast Cancer Now en Reino Unido declara que “este estudio abre las fronteras hacia cómo estos medicamentos pueden ser usados para tratar pacientes con cáncer de mama triple negativo para los que necesiten urgentemente mejores tratamientos. Interferir en la respuesta natural del cuerpo a la falta de oxígeno, puede ser el modo de evitar la expansión del cáncer. Se necesitan estudios posteriores para medir la efectividad del JQ1 en pacientes”.
“La capacidad del cáncer de mama a adaptarse a la falta de oxígeno es una de las claves que le permite convertirse en resistentes a tratamientos convencionales. Encontrar un modo de frustrar este proceso puede ser un importante camino para desarrollar nuevos tratamientos” explica Richard Berks, oficial superior de comunicaciones de investigación en Brest Cancer Now y también uno de los participantes en el estudio.
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