La complejidad y características clínicas del dolor neuropático periférico hacen difícil su identificación, pudiendo pasar desapercibido y por lo tanto infra tratado. Suele originarse en áreas profundas e iniciar su tratamiento de forma precoz es clave. Las enfermeras encuentran en la aplicación del parche de capsaicina un aliado para paliar el dolor y mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

La capsaicina es el capsaicinoide principal que causa el producto picante de algunas especies de género Capsicum, llamadas guindillas en España o chiles picantes en Hispanoamérica. Es un compuesto lipófilo que penetra en la epidermis, con baja penetración transdérmica. Actúa directamente en el lugar del dolor y su aplicación repetida puede tener efectos analgésicos a través de la desensibilzación.

«El perfil del paciente al que le ponemos este parche es aquel que sufre dolor neuropático periférico. Pueden ser pacientes que sufren una neuropatía por quimioterapia o que han padecido enfermedades como el herpes zóster, por ejemplo», explica Noelia Sánchez, enfermera de la Unidad del Dolor del Hospital La Princesa de Madrid.

Enfermeras

Tras pasar por la unidad del dolor y que el médico prescriba el parche, son las enfermeras quienes inician el tratamiento y observan la evolución del mismo para conseguir un buen manejo del dolor. «Según la ficha técnica se puede aplicar en todas partes del cuerpo excepto en las mucosas. El paciente llega a la unidad y se le aplica en la zona del cuerpo donde tenga el dolor durante una hora, y en los pies o por debajo de los tobillos media hora; y durante ese tiempo nosotras observamos cómo va y comprobamos que no haya ningún problema», expone Sánchez. «Una vez que pasa el tiempo, retiramos el parche, le ponemos una loción ‘fresquita’ para calmar la zona y les damos unas recomendaciones a seguir post aplicación del parche en casa. Además de la visita presencial, les llamamos por teléfono pasado un tiempo», añade.

La atención del dolor neuropático periférico pasa por el cuidado integral de la persona con un tipo de dolor específico. «Las enfermeras estamos ahí siempre, los pacientes nos cuentan cómo se sienten y cómo el dolor interfiere en su calidad de vida», asegura.

Resultados

“El tratamiento con el parche de capsaicina 179mg necesita de unos pasos y cuidados específicos. Tras la identificación y mapeo de la zona a tratar, viene el proceso de colocación del parche; y tanto para esa valoración y mapeo, que sería como identificamos la zona, como para la aplicación del tratamiento, existen unas pautas a tener en cuenta que hemos intentado explicar paso a paso en esta nueva guía”, argumenta enfermera familiar y comunitaria en el Centro de Salud Legazpi en Madrid y vicepresidenta de la Asociación Española de Enfermería en Cuidados Paliativos (Aecpal).

El parche se puede aplicar cada tres meses o si el médico lo considera se puede adelantar un poco, hasta dos meses y medio.

«El tratamiento está teniendo muy buenos resultados. Valoramos si funciona cuando se han aplicado tres parches, es decir si se aplica uno solo y el paciente dice que no le funciona no lo valoramos, hay que dar un poco de tiempo al tratamiento para ver los resultados reales», aclara la enfermera de la Unidad del Dolor del Hospital La Princesa de Madrid.