MARINA VIEIRA.- Un parche que emite descargas eléctricas mientras duermes ayuda a superar el trastorno por estrés postraumático (TEPT). Así lo ha demostrado un estudio elaborado por científicos estadounidenses de la Universidad de California (UCLA), que ha sido publicado recientemente en la revista Neuromodulation: Technology at the Neural Interface. El estudio ha aplicado un parche en pacientes que sufren dicho trastorno y estimula el nervio trigémino (TNS) localizado en el cerebro de los individuos mientras duermen.
Las doce personas que participaron en el estudio de la UCLA, llevan casi treinta años sufriendo las consecuencias de una situación traumática en sus vidas – supervivientes de violación, accidentes de coche o abuso doméstico– y gracias a este estudio, se abre un discreto camino en el horizonte para superar una dolencia que les impide tener una vida normal desde hace demasiados años.
“Estamos hablando de pacientes para los que sus dolencias se han convertido en una forma de vida” declara del Dr. Andrew Leuchter, uno de los responsables principales del estudio y profesor de Psiquiatría y director de la División de Neuromodulación del Instituto para la Neurociencia y el Comportamiento Humano de la Universidad de UCLA. “Todavía siguen viniendo y diciendo ‘por primera vez en años he dormido toda la noche’ o ‘mis pesadillas por fin han desaparecido’, el efecto fue extraordinariamente poderoso”.
“Muchos pacientes de TEPT obtienen ayudas gracias a los tratamientos existentes, pero la gran mayoría sigue teniendo síntomas y siguen sufriéndolos durante un largo periodo de tiempo”, declara Leuchter, que es también parte del equipo de psiquiatría en el sistema de salud de Los Ángeles. “Esto puede ser un descubrimiento para los pacientes que no han encontrado su tratamiento adecuado, o que no han conseguido mejoras con los tratamientos ya existentes”.
El tratamiento
El TNS, una nueva forma de neuromodulación, es un tipo de tratamiento en el que la electricidad se utiliza para crear sutiles ajustes en el cableado eléctrico del cerebro, a veces con implantes insertados en el cuerpo, aunque también se puede realizar a través de dispositivos externos. Este sistema está ganando popularidad para tratar la resistencia neurológica a ciertos medicamentos y también para enfrentarse a desórdenes psiquiátricos.
El sistema cuenta con una batería de nueve voltios que se coloca en la frente del paciente. Mientras la persona duerme, el sistema envía pequeñas descargas a los nervios craneales, mandando señales a partes del cerebro que ayudan a regular el estado de ánimo, el comportamiento y la capacidad cognitiva.
Un estudio anterior demostraba que existe una actividad anormal en las áreas del cerebro que sufren por el trastorno por estrés postraumático. “La oportunidad de tener un impacto en enfermedades debilitantes con esta tecnología tan simple es muy satisfactorio” declara Ian Cook, responsable principal del estudio antes mencionado.
El TEPT afecta aproximadamente a un 3.5% de la población de EE.UU. pero en una proporción mucho mayor en los militares veteranos. Un 17% de personal militar en activo experimenta síntomas y más o menos un 30% de sus veteranos que vuelven de Irak o Afganistán han tenido síntomas.
Los pacientes de la enfermedad a menudo han manifestado problemas de relación con personas, para criar a sus hijos o mantener relaciones estables. Muchos intentan evitar situaciones que les produzcan flashbacks, lo que les convierte en personas recluidas o con dificultades para salir de casa y les lleva a vivir aislados. Las personas que cuentan con esta dolencia tienen seis veces más posibilidades de cometer un suicidio y han incrementado el riesgo de tener problemas matrimoniales o de no terminar sus estudios.
Para el recién completado estudio, los investigadores reclutaron personas con TEPT crónico y depresión severa que han sido previamente tratados por un psicoterapeuta, a través de fármacos o ambos. Mientras continuaban con su tratamiento habitual, los voluntarios llevaron el parche mientras dormían, a lo largo de ocho horas de sueño. Antes y después del estudio, los sujetos participantes rellenaron cuestionarios en los que se les preguntaba sobre la severidad de sus síntomas y también sobre el grado por el que los desórdenes afectaban a su trabajo, su paternidad o sus relaciones sociales.
El estudio demostró la eficacia del sistema, ya que los individuos observaron que la gravedad de los síntomas de estrés postraumático bajó una media de un 30% y los síntomas de depresión bajaron una media de un 50%. Además los sujetos del estudio declararon que habían mejorado su habilidad de participar en las actividades diarias.
Una segunda parte del estudio
Para la siguiente fase, los investigadores quieren centrar su estudio en veteranos que han participado en el servicio militar a partir del 11S. La mitad recibirá el tratamiento real y la mitad utilizará un parche TNS falso, del mismo modo que se utiliza placebo en una prueba de medicamentos. Al final del estudio, las personas que hayan utilizado el parche falso tendrán la posibilidad de utilizar el tratamiento real.
Además, el tratamiento TNS ha demostrado ser efectivo para tratar la epilepsia refractaria o resistente a fármacos y la depresión inmune a tratamientos.
“El TEPT es una de las heridas invisibles de la guerra” declara Cook. “Las cicatrices están dentro pero pueden ser igual de debilitantes que las cicatrices visibles”. Queda destacada, por tanto, la importancia de continuar con un estudio que mejora sustancialmente las condiciones de vida de pacientes de una enfermedad crónica que ha resultado muy difícil de tratar.