DAVID RUIPÉREZ-. Según los últimos datos del Observatorio de la Adherencia al tratamiento (OAT), compuesto por profesionales enfermeros, médicos y farmacéuticos, más del 50% de los pacientes no sigue adecuadamente el tratamiento prescrito para su dolencia. Pastilleros para organizar y recordar la medicación hay muchos, pero la tecnología va dando pasos para que tomar la pastilla en la dosis correcta y en el horario pautado.
Una de las últimas novedades, que va más allá de una alarma para recordar la pastilla, es la segunda generación de la botella inteligente de AdhereTech. El dispensador emite sonidos y luces cuando es preciso tomar una dosis, pero también envía notificaciones, mensajes o llamadas al teléfono móvil del paciente o el cuidador. Asimismo también recopila datos que proporcionan algunas pistas sobre las razones que llegan a una persona a ignorar la medicación prescrita, los síntomas o su estado de ánimo.
La primera versión del “Smart Bottle” sólo se distribuyó en Estados Unidos, pero los responsables de la compañía esperan que esta segunda versión pueda alcanzar dimensión internacional.
Según declaró el director general de AdhereTech, Josh Stein, al Financial Times, la idea del pastillero surgió cuando sus padres, médico y terapista ocupacional respectivamente, le relataron que una de las dificultades que más a menudo encontraban en sus respectivos trabajos era conseguir que los pacientes tomaran su medicación.
Diseño realista
Desde el punto de vista estético, el pastillero se parece al clásico formato de contenedor de píldoras y se le han incorporado luces más brillantes y sonidos más potentes para que sea notorio que el dispositivo está avisando de que es la hora de tomar la medicación. Sus baterías recargables como las de un teléfono pueden tener una duración de hasta seis meses sin necesidad de conectarlo a un enchufe. El diseño realista favorece que los pacientes puedan viajar con él sin despertar miradas curiosas o recelos. Aparentemente es un bote de píldoras común.
Obviamente, el invento ha despertado también el interés de las compañías farmacéuticas con el fin de usarlo en ensayos clínicos, para tener más fiabilidad y datos sobre si los pacientes toman los fármacos – o el placebo- en el momento adecuado y en las dosis marcadas en un ensayo clínico para testa la efectividad de un nuevo medicamento.