MARINA VIEIRA.- El compromiso de las enfermeras con sus pacientes es superior a sus propias competencias profesionales, se lleva en la piel. Así lo demuestran iniciativas como la que se está implementando en la UCI pediátrica del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria de Santa Cruz de Tenerife. Cinco enfermeras y enfermeros, conscientes de que siempre se puede hacer mucho más, se pusieron en contacto con una asociación cultural para que los cuidados que ofrecen a los niños vayan más allá de lo que aparece en las asignaturas de la universidad. De este modo surgió esta colaboración entre Concomitentes -una asociación cultural apoyada por la Fundación Daniel y Nina Carasso– y el equipo de enfermeros de la UCI pediátrica de este Hospital de Tenerife.
“Llevo 13 años trabajando en una UCI pediátrica. Pero vamos rotando por neonatal y cuidados neonatales. Nos ingresan las patologías más graves. Una vez que el niño entra por la unidad es más consciente de lo que va a pasar, pero necesitamos explicárselo. Antes, nosotros utilizábamos la imaginación, ahora vamos a tener una herramienta para explicar lo que está pasando de forma más sencilla”, introduce Severiano Torres, uno de los enfermeros más involucrados en la iniciativa. “Nuestra unidad trabaja con emociones, tenemos que crear un vínculo tanto con la familia como con los niños y debemos intentar llevárnoslo a nuestro terreno. Deben saber que lo que estamos haciendo es por su bien, que es necesario”, refleja Laura León, otra de las enfermeras implicadas en el proyecto. “No vamos a pinchar porque nos gusta pinchar, lo hacemos porque es necesario. Y qué mejor que el arte, una historia, un dibujo para enseñárselo. Es la mejor forma de demostrar que no somos los ogros que ellos piensan”, recalca la enfermera.
Historia gráfica
Para ellos, contar con un soporte físico que les ayudase a la comunicación con sus frágiles pacientes era una parte esencial. Por este motivo, uno de los pilares en los que se centra este proyecto es la elaboración de un cuento. Con él se quiere explicar a los niños de una forma más amable a qué se pueden enfrentar durante el ingreso. “Estamos trabajando en intentar mezclar en una historia esas situaciones a las que se ven sometidos. Algunas son pruebas (intubar, escáner, sacar muestras de sangre) y otras son de carácter más emocional. Queremos editar una historia gráfica para mezclar estas cuestiones más concretas con cuestiones más abstractas que tienen que ver con el trauma”, concreta Felipe G. Gil, mediador cultural en Concomitentes.
Además, se plantea realizar una biblioteca móvil, para que los niños tengan un entretenimiento fuera de las pantallas en el momento del ingreso “queremos tener un fondo de libros que les permita pasar el tiempo mientras están postrados en una cama”, recalca González.
Podcast
Otro de los puntos en los que se focaliza el proyecto es la difusión de un podcast, un espacio de audio para que los padres que han vivido experiencias parecidas informen a los nuevos pacientes sobre todo lo que han vivido. En él, los protagonistas de la historia también son los enfermeros. “Estamos hablando de que sus hijos van a entrar en una UCI, eso nunca es agradable por muy pequeño que sea el problema. Los podcasts van enfocados hacia los padres. Contamos experiencias nuestras que hemos vivido como enfermeros y nuestro plan es hablar con padres que han tenido a niños en nuestra unidad más veces, que son más reincidentes y que estén dispuestos a contar su experiencia. De momento, los primeros capítulos han tratado sólo sobre experiencias personales de los enfermeros, pero queremos extenderlo a las de los padres”, resalta el enfermero Torres.
A pesar de que los primeros capítulos se centran más en los enfermeros, la idea es contar también con la colaboración de las familias que han tenido a sus hijos ingresados en la unidad. “En la mayoría de los casos las familias se sienten muy agradecidas del trato. Hablamos de que el personal de enfermería se suele involucrar mucho más allá de lo estrictamente necesario, profesionalmente hablando, me refiero a casos en los que si coincide que es el cumpleaños de un niño los enfermeros compran un regalo”, reconoce el mediador Felipe G. Gil.
Desde Concomitentes tienen claro que este tipo de sinergias entre profesionales sanitarios y la cultura son imprescindibles para demostrar, una vez más, que el arte está al servicio de los ciudadanos. También, reconocen sentirse orgullosos de realizar su aporte para que se conozca la importante labor que realizan los enfermeros, más allá de los cuidados. “Ahora con el COVID-19 ha salido más a la luz lo que hacemos. Pero los padres y los niños muchas veces cuando pasan por aquí se sorprenden de todo lo que trabajamos. Estamos con los familiares las 12 horas de nuestro turno y creemos que no debería hacer falta estar en una UCI para darnos cuenta”, concluye Severiano Torres.