GEMA ROMERO.- Las glitazonas, utilizadas para trata la diabetes tipo 2, podrían proteger contra la enfermedad de Parkinson, según un estudio publicado esta semana en la revista PLoS Medicine. El estudio, realizado por Ruth Brauer, de la Facultad de Medicina Tropical de Londres, encontró una menor incidencia de párkinson del 28% entre las personas que utilizan estos fármacos -rosiglitazona o pioglitazona- en comparación con los pacientes que habían utilizado otros fármacos para la diabetes.
El estudio se realizó utilizando datos del Instituto de Investigación de la Práctica Clínica del Reino Unido. Para ello compararon los datos de 44.597 pacientes que utilizaron glitazonas, frente a otros 120.373 que nunca las emplearon, entre 1999- cuando se introdujeron estos fármacos en Reino Unido- y 2013. Además, cruzaron los datos por edad, sexo o la etapa de tratamiento de la diabetes, entre otros.
Durante ese tiempo, las personas que habían usado glitazonas para tratar la diabetes fueron un 28% menos propensas a ser diagnosticadas con enfermedad de Parkinson que las personas con diabetes que nunca las utilizaron. Además, y considerando otros factores de riesgo del párkinson, como el tabaquismo o las lesiones cerebrales, no se alteró esta asociación. Lo que sí observaron es que la disminución de la incidencia de la enfermedad de Parkinson sólo se evidenció en los individuos que actualmente seguían utilizando glitazonas -hasta de un 41%- pero no en aquellos que habían cambiado de tratamiento, lo que parece indicar que existe poco o ningún beneficio persistente en el uso de estos fármacos en relación con el párkinson.
Efectos neuroprotectores
Estos resultados, que ya se han demostrado tanto en animales como en estudios in vitro, sugieren que las glitazonas y otros fármacos de los agonistas PPAR pueden tener efectos neuroprotectores. Los autores, aún así, señalan que estos resultados pueden no ser aplicables a las personas que no tienen diabetes. Sin embargo, los autores esperan que estos hallazgos podrían allanar el camino hacia otros tratamientos que se dirigen a la misma vía. «Nuestros hallazgos indican que las intervenciones basadas en los mismos mecanismos que la actividad agonista PPAR pueden dar frutos en una futura investigación sobre la enfermedad de Parkinson», explica Brauer.
Retirada de la rosiglitazona en Europa
La re-evaluación de la relación beneficio-riesgo realizada en Europa concluyó, en septiembre de 2010, que los potenciales riesgos de tipo cardiovascular de los medicamentos que contienen rosiglitazona -una de las glitazonas citadas en el estudio- superaban sus posibles beneficios. Por ello, la Agencia Europea del Medicamento y la Agencia Española del Medicamento decidieron suspender la comercialización de los medicamentos que contenían este principio activo: Avandia®, Avaglim®, Avandamet®.