MIRIAM OLIVAS.- Laura Weiss es una enfermera jubilada de Colorado que no dudó en volver a ponerse el uniforme cuando el Departamento de Salud Pública del Condado de Boulder pidió ayuda para hacer frente a la campaña de vacunación en febrero. Durante esos momentos, se dio cuenta de que había cientos y cientos de viales vacíos de la vacuna que se iban a desperdiciar y quiso hacer algo especial con ellos: encender la luz de gratitud.
Crear una lámpara en homenaje a todo el personal sanitario que se estaba dejando la piel día a día para acabar con el COVID-19 fue su objetivo. Pidió permiso para utilizar los viales de cristal de la vacuna Moderna y construyó esa lámpara de araña que tenía un significado muy especial: dar luz a una situación de absoluta oscuridad que se está llevando la vida de millones de personas.
“La lámpara tiene un sentido particular, desde la distancia parece una araña normal, pero cuándo te acercas se convierte en algo diferente”, ha contado la enfermera. Con ello quería plasmar la importancia del cambio de perspectiva y reflejar las situaciones incorrectas desde las que, a veces, vemos la realidad.
El agradecimiento es para todo el personal sanitario, pero en especial para las enfermeras, sus compañeras, a las que ha visto trabajar de forma incansable, poniendo por delante las vidas del resto a las suyas; cuidando con pasión, cariño y amabilidad.
Mientras la variante Delta asola, hay pequeños gestos que hacen más amables los momentos tan duros que vive el mundo, como estos. Una forma de decir sin palabras que hay una manera de protegernos a través de la vacunación.
La obra aún no tiene hogar permanente, pero para Laura Weiss lo importante no es el dónde sino el qué: el agradecimiento a los que hoy nos siguen cuidando.