ÁNGEL M. GREGORIS.- Cuando a Lucía Ventosa le diagnosticaron cáncer en fase tres en la mama derecha se asustó. Recuerda que le dio bastante miedo porque ella fue a hacerse una mamografía rutinaria y vieron que algo no iba bien. A raíz de ese momento comenzó su tratamiento con muchas dudas. “No sabes lo que te va a pasar y qué efectos vas a tener”, afirma. Tras el diagnóstico, Mª del Mar Muñoz, enfermera del Hospital de Fuenlabrada (Madrid), se puso en contacto con ella y le explicó que era la gestora de casos de cáncer de mama, colon y recto del centro y que durante su proceso de enfermedad estaría allí para ayudarla. “Tener una figura a quien acudir en diferentes momentos cuando necesitan cambiar una cita o para darles educación para la salud es fundamental”, explica la enfermera, que resalta que se enfrentan a una situación nueva que no conocen y aunque desde el hospital de día se les da información, con ellas saben que hay una persona detrás a la que pueden preguntar.

Esta figura implantada desde hace unos meses surgió como una reivindicación del hospital porque “es importante que haya un profesional de referencia en aquellas patologías complejas en las que el paciente necesita muchos profesionales y utiliza muchos recursos del centro”.

Tal y como resalta Lucía Ventosa, es una “idea estupenda porque yo conocí a Mª del Mar a los dos o tres días de decirme que tenía cáncer y la verdad es que tener a una persona, aunque sea al otro lado del teléfono, para que te asesore, la verdad es que te ayuda un montón”. Ella misma considera que deberían implantarlo en todas las enfermedades.

Desde que comenzó el tratamiento, Lucía resalta que la enfermera ha estado ahí en momentos en los que a lo mejor en casa nadie te puede decir qué pasa. “La llamo y me dice por qué puede ser el dolor o llama al médico y le pregunta o, si ve que tienen que observarme, me dice que vaya al hospital. Para mí ha sido todo”, subraya.

Para la formación, la enfermera recalca que pasó por todas las unidades por las que va el paciente con la enfermedad. “Hice el recorrido que hacen ellos, desde la entrada en servicios centrales en radiodiagnóstico, anatomía patológica, consulta de oncología, ginecología, digestivo…”, afirma Muñoz.

Asimismo, considera imprescindible involucrar a los familiares en el proceso. “Tienes que estar apoyando al enfermo y no puedes estar tú de bajón porque bastante tiene ella. Siempre con buena cara y ya exploto cuando estoy fuera de casa”, comenta Alejandro Penedo, marido de Lucía, que alaba el papel de la enfermera porque “tener a una persona física con la que tratar todo personalmente, te da más seguridad”.