D. RUIPÉREZ.- Una enfermera del Hospital Infanta Leonor permanece ingresada en la UCI del Hospital Carlos III-La Paz por un posible caso de fiebre hemorrágica. Esta profesional había atendido inicialmente a un varón que falleció el pasado 25 de agosto en el Hospital Gregorio Marañón tras haberse detectado una garrapata en la piel tras dar un paseo por el campo en la Comunidad de Castilla-León. La Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid está investigando el origen de los dos casos, pero ya ha confirmado que se trata de fiebre hemorrágica Crimea Congo.ENTRADA PRINCIPAL - Hospital Infanta Leonor (Vallecas)

La enfermera presenta síntomas similares a los del primer paciente, por lo que se han activado los protocolos de prevención, y la paciente está en aislamiento.. Según ha informado la Comunidad de Madrid, en paralelo, y como medida preventiva, se está realizando una lista de las personas con las que han estado en contacto los pacientes para hacer un seguimiento.

«La prevención resulta fundamental ante el paciente infeccioso grave y los profesionales deben observar esas medidas y conocerlas bien. Ya se han dado los pasos para llevar a cabo el necesario estudio epidemiológico y la investigación sobre las causas de la infección de la enfermera, habrá también que revisar los protocolos pertinentes para que esto no vuelva a suceder», explica Juan Carlos Gómez, enfermero experto en Urgencias y Emergencias del Consejo General de Enfermería.

Las fiebres hemorrágicas virales son un grupo de enfermedades causadas por cuatro familias de virus. Entre ellos se encuentran los virus del Ebola y Marburg, el virus de la fiebre de Lassa y el virus de la fiebre amarilla.

Las formas de contagio van desde el contacto con la orina, material fecal, saliva u otras excreciones corporales de roedores infectados; el contacto con el cuerpo de animales infectados muertos ser picado por mosquitos o garrapatas infectados –como parece ser el caso de la infección inicial de Madrid- o, excepcionalmente, por el contacto estrecho con personas infectadas o con sus fluidos corporales. Los virus de la fiebre hemorrágica Ébola, Marburg, fiebre de Lassa, Nuevo Mundo y del Congo de Crimea pueden propagarse de persona a persona. Las personas también pueden infectarse al tocar objetos tales como jeringas y agujas hipodérmicas que han sido contaminadas con fluidos corporales infectados, según informa el Departamento de Salud de Wahington (EE.UU.).

Estas fiebres tienen características comunes: provocan fiebre muy alta, afectan muchos órganos, lesionan los vasos sanguíneos y alteran la capacidad del organismo para auto-regularse. Las fiebres hemorrágicas virales se encuentran en todo el mundo, aunque algunas están confinadas a las zonas donde habitan los animales capaces de transmitirlas. Para algunas de estas infecciones no existe tratamiento eficaz.