GEMA ROMERO.- De lunes a viernes, Beatriz Alonso, enfermera en el Hospital Quirón Infanta Luisa de Sevilla, reside en la capital hispalense, pero los fines de semana se traslada a Moguer (Huelva), donde está su domicilio familiar. Es en esta localidad onubense donde el coche de Beatriz ha sufrido daños hasta en dos ocasiones, “seguramente por miedo al contagio por mi profesión”, subraya.
El pasado 5 abril se encontró la parte delantera del coche como quemada. En un principio pensó que se había producido al desinfectar. “Como están limpiando todas las calles con tractores, pensé que era de eso, así que el lunes di parte al seguro”. Pero a la semana siguiente descubrió nuevos daños. El vehículo estaba aparcado en otra calle distinta, pero cerca de su domicilio, y descubrió nuevas quemaduras de lo que parecía ácido, esta vez en la parte trasera del vehículo, por lo que decidió llamar a la Policía Local.
“Me dijeron que esos daños no eran de desinfectante, pues de ser el caso habría más coches afectados. Me preguntaron en qué trabajaba y al decirles que era enfermera, me dijeron que eso había sido un vecino que, con las circunstancias que estamos viviendo ahora, no quiere que vaya a Moguer. En un primer momento me harté de llorar, porque al decirme que tendría que ser un vecino allegado incluso temí por mis hijos. Nosotros no tenemos problemas con ninguno, pero a la semana siguiente incluso pensé en no ir a casa”. De hecho, para evitar otros problemas la Policía Local le recomendó hacer público su caso.
Retiraría la denuncia
En un principio Beatriz Alonso estaba tan dolida que “el primer día no salí a aplaudir, pero después pienso que es el miedo, que es miedo lo que tienen. Puede ser que por el miedo la gente se confunda, y les comprendo. Hay muchos problemas que puede tener, y piensa que una enfermera, de Sevilla, me lo puede pegar. Creo que es por eso”. De hecho, si quien le provocó los daños en su coche le confesara la verdad, “retiraría la denuncia, porque les comprendo”, subraya.
Pero lo que sí que quiere dejar claro es que “los sanitarios cuando llegamos a casa nos desinfectamos, nos vamos directos a la ducha, nos volvemos a desinfectar. Queremos mucho a nuestras familias y no queremos que se infecten, cómo vamos a infectarles a ellos. Es momento de pensar, de tener corazón y no pensar ni hacer cosas malas, porque los sanitarios del Hospital Quirón Infanta Luisa estamos con todos los españoles”, concluye.
Comportamiento incívicos e inaceptables
“No cabe mayor desprecio hacia los profesionales sanitarios que están arriesgando su vida, y entregándola incluso, por la salud de los demás. Los carteles y amenazas, el acoso hacia ellos por parte de vecinos insolidarios e ignorantes nos parecen comportamientos incívicos e inaceptables, que no estamos dispuestos a consentir. Los servicios jurídicos de la Organización Colegial, siempre a disposición de todas las enfermeras y enfermeros , están a disposición para estudiar en profundidad todos los casos que se les comuniquen con el fin de que todo el peso de la Ley caiga sobre quienes hostigan a los profesionales que están luchando sin descanso para combatir la mayor emergencia en materia de salud pública de la historia reciente”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería de España.
Desde la Organización Colegial de Enfermería se manda un mensaje de ánimo a las víctimas de este repugnante acoso, que no es representativo del comportamiento ejemplar de la mayor parte de la población. A todas las enfermeras y enfermeros de nuestro país les recuerda que su impagable labor por los ciudadanos está fuera de toda duda y no quedará empañada por el comportamiento insolidario de una exigua minoría.
Otro caso en Málaga
Algo parecido le pasó a otra profesional malagueña. Tal y como publica La opinión de Málaga, la enfermera iba a trasladarse hasta la base de ambulancias de Antequera cuando se encontró con el incidente. Hasta cinco navajazos le habían dado en dos de las cuatro ruedas. Tras comunicárselo a la Policía Local, estos se han ofrecido a dejarle que aparque su coche en el aparcamiento de la comisaria.
La enfermera se vio obligada a acudir rápidamente a un taller donde le prestaron dos ruedas usadas para que pudiese llegar a trabajar.
2 Comentarios
espin
La salud empieza por la educación, y ésta no tiene nada que ver con el estatus social. El gobierno demuestra pocas luces y algunos ciudadanos, ninguna.
Hilario
Esto demuestra ke España es un imperio de paletos, y su ignorancia egoísmo y borreguismo demuestra ke somos un país incivico inculto ke sólo sabe expresarse así atacando a kien te salva, hace falta más clases de civismo y menos religión y fomentar la cultura nos libraría de ser tan garrulos, pero prefieren fomentar la tele basura, salvame de luxe, supervivientes y demás fauna ibérica, damos pena