ÁNGEL M. GREGORIS.- Las agresiones a sanitarios son un lastre para el sistema que se producen día tras día en los centros de salud y hospitales de toda España. Luchar contra ellas y dar la mayor seguridad a estos profesionales es el objetivo de todas las administraciones e instituciones sanitarias. Aun así, todavía se siguen registrando casos como el acontecido en el Hospital de Barbastro (Huesca), en el que una enfermera ha denunciado una agresión física por parte de la acompañante de un paciente que estaba ingresado. Tal y como han informado desde el departamento de Salud, tras la agresión se llamó a la Guardia Civil para que la víctima pusiese la denuncia. Este suceso no fue suficiente para la agresora, que por la tarde volvió a increpar a la enfermera, hecho por el cual fue trasladada a la Unidad de Psiquiatría, después de comprobar que tenía problemas de salud mental.
Según los últimos datos del Observatorio Nacional de Agresiones a Enfermeras y Enfermeros puesto en marcha por el Consejo General de Enfermería, durante 2017 se registraron un total de 1.593 agresiones, un número muy inferior a la realidad, ya que la mayoría no llegan a denunciarse. “No podemos consentir estos comportamientos, es importantísimo luchar para frenar la lacra de las agresiones al personal sanitario, ya que además de su repercusión en la salud y seguridad de los profesionales afectados, tiene capacidad para incidir de manera negativa en el desempeño de la actividad sanitaria y en la calidad del servicio asistencial que prestan a toda la ciudadanía”, afirma, tajante, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, que anima a todos aquellos que sufran algo parecido a denunciarlo.