ALICIA ALMENDROS.- El Consejo General de Enfermería, con la colaboración de ConvaTec, ha creado una guía gratuita de recomendaciones del manejo de la vía subcutánea que, además, cuenta con el aval de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) en cuyo congreso se ha presentado públicamente. “Queremos mostrar las ventajas que tiene el uso de esta técnica en el día a día de todos los profesionales sanitarios tanto en el uso de fármacos como para la hidratación”, explica Belén Martínez, enfermera paliativista del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y coordinadora científica de la publicación.
“Desde el Consejo General de Enfermería apostamos por la divulgación y creemos que esta nueva guía puede ayudar tanto a las enfermeras, como a otros profesionales sanitarios, a conocer esta técnica y actualizar sus conocimientos basándose en la evidencia y en la experiencia clínica de profesionales que son expertos en su uso”, argumenta Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería. “La riqueza de esta publicación -añade- reside en la experiencia aportada por diferentes profesionales, enfermeras y médicos con un enfoque multidisciplinar, de distintos ámbitos de atención y diferentes regiones de España que han querido hacer un documento práctico y muy gráfico con el fin de llegar no sólo a los profesionales, sino también a los pacientes y cuidadores”, prosigue Pérez Raya.
La administración de fármacos y fluidos por vía subcutánea es, en muchas ocasiones, desconocida por los profesionales a la hora de aplicar tratamientos; utilizando otras de mayor complejidad en cuanto a su uso, como la vía intravenosa o la intramuscular. “El uso de la vía subcutánea es una técnica fácil y muy útil, pero hoy en día, es todavía algo desconocida en su uso habitual. Los profesionales que hemos desarrollado esta guía nos hemos basado en la mayor evidencia posible para reducir la variabilidad de una práctica clínica en este acto específico y así actualizar conocimientos y unificar criterios en torno al uso de la vía subcutánea como alternativa tanto a la vía oral como a la intravenosa”, subraya Montse Álvarez, enfermera de práctica avanzada en procesos oncológicos complejos del Hospital Virgen Macarena de Sevilla y autora de la guía.
Entre el 50 y el 70 por ciento de los enfermos paliativos van a precisar el uso de la vía subcutánea a lo largo de la evolución de su enfermedad, y este porcentaje aumenta en situación de últimos días. Pero pensar que la vía subcutánea queda relegada exclusivamente al tratamiento de pacientes en situación de final de vida es limitar una opción terapéutica que puede ser muy resolutiva en la práctica diaria en ámbitos como el de Atención Primaria o ámbitos residenciales. “Es importante que enfermeras de otras unidades puedan ver la facilidad de aplicar esta vía en domicilio, atención primaria… y que sepan que cuentan con esta opción para administrar determinados fármacos y controlar ciertos síntomas. Por ello, la guía va a otorgar esos conocimientos a todos los profesionales sanitarios que recurran a ella”, apunta Montserrat López, enfermera de equipo de soporte domiciliario PADES del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) y autora de la guía.
Y es que a pesar de las ventajas que puede suponer el manejo de la vía subcutánea sigue existiendo déficit de conocimiento sobre su uso por parte de los profesionales sanitarios. “En la elaboración de la guía unificamos todos los criterios desde un punto de vista interdisciplinar para mejorar así la calidad de nuestros cuidados y, por tanto, la calidad de vida de los pacientes”, expone López.
Trabajo en equipo
Las enfermeras intervienen en todo el proceso de instauración de la vía cuando se decide que es la mejor opción para el paciente. “Es un trabajo en equipo. Por ejemplo, en el ámbito hospitalario la enfermera valora si la canalización de la vía venosa es difícil y propone la opción de la vía subcutánea. El equipo decide de forma conjunta qué beneficios puede obtener el paciente y se toma una decisión consensuada. Las acciones de cuidado que precisa el proceso son específicas de las enfermeras: inserción, mantenimiento, administración adecuada de fármacos o de fluidoterapia…”, explica Martínez.
En la publicación se pueden encontrar elementos gráficos de apoyo que ayudan a la comprensión de los contenidos, así como apartados específicos que exponen qué fármacos pueden administrarse por vía subcutánea y cuáles no.
La vía subcutánea es una técnica segura, poco agresiva, poco dolorosa, sencilla, de mantenimiento fácil, y que no precisa ser manejada por personal sanitario, siempre que la enfermera haya realizado una intervención de educación sanitaria al cuidador/cuidadores que les habilite para su manejo. Esto permite su uso en el domicilio, y puede favorecer la disminución del número de ingresos, así como el coste sanitario. “Una vez que el paciente recibe el alta, por ejemplo, el cuidador puede administrar la medicación en un momento determinado. Es una alternativa segura y eficaz. Explicar en qué consiste la técnica de inserción, cómo y cuándo usarla correctamente, el mantenimiento de ésta y la administración de fármacos es parte de la educación sanitaria imprescindible para que un paciente oncopaliativo se pueda ir a casa con la implicación y afrontamiento de un familiar altamente comprometido en esa tarea”, explica Álvarez.
“Es cierto que una vía subcutánea puede tener complicaciones e inconvenientes, pero es muy raro que se produzca una bacteriemia que sí puede darse con una vía central, por ejemplo. Y que un catéter tenga una bacteria no sólo supone un empeoramiento del paciente si no también un coste mayor. La vía subcutánea podría ser en muchos casos la vía de administración ideal para evitar técnicas más agresivas para el paciente”, resalta Martínez.
Sin duda, en esta guía, los profesionales encontrarán una herramienta que aumenta los conocimientos y experiencia, y facilita la actuación de todos los profesionales sanitarios que trabajan por y para los pacientes en situaciones altamente complejas, mejorando sus cuidados de forma integral.