EUROPA PRESS.- Investigadores de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, han informado de los resultados sobre las personas vacunadas que corren un mayor riesgo de padecer una Covid-19 grave que lleve a la hospitalización o a la muerte a partir de los 14 días posteriores a la vacunación de la segunda dosis, cuando debería esperarse una inmunidad sustancial.
En un artículo publicado en el ‘British Medical Journal’, explican que al actualizar la herramienta QCovid desarrollada en 2020, que influyó directamente en la política del Reino Unido en febrero de 2021, añadiendo 1,5 millones de personas en febrero de 2021 a la lista de los que se aconseja proteger, son capaces de identificar los grupos con mayor riesgo de hospitalización o muerte por Covid-19.
Utilizaron conjuntos de datos nacionales vinculados de la práctica general, la inmunización nacional y las pruebas de SARS-CoV-2, el registro de defunciones y los datos de episodios hospitalarios, con el fin de analizar una muestra de más de 6,9 millones de adultos vacunados, de los cuales 5,2 millones tenían ambas dosis de vacunas, que era representativa de la población del Reino Unido en su conjunto.
Esta muestra incluía 2.031 muertes por Covid-19 y 1.929 ingresos hospitalarios relacionados con Covid-19, de los cuales 81 muertes y 71 ingresos se produjeron 14 o más días después de la segunda dosis de la vacuna.
Basándose en esto, los investigadores han desarrollado puntuaciones de riesgo acumulativas para calcular el riesgo de hospitalización o muerte por Covid-19 de las personas tras una o dos dosis de vacunación.
Estas puntuaciones tienen en cuenta factores como la edad, el sexo, el grupo étnico y la tasa de antecedentes de infecciones por Covid, y en particular destacan un riesgo elevado para las personas inmunodeprimidas como consecuencia de la quimioterapia, un trasplante reciente de médula ósea u órgano sólido, o el VIH/SIDA; personas con trastornos neurológicos, como la demencia y el Parkinson, y residentes en centros de mayores y personas con trastornos crónicos, como el síndrome de Down.
Julia Hippisley-Cox, catedrática de Epidemiología Clínica y Práctica General de la Universidad de Oxford, coautora del trabajo, afirma que «el Reino Unido fue el primer lugar en implantar un programa de vacunación y cuenta con algunos de los mejores datos de investigación clínica del mundo».
«Hemos desarrollado esta nueva herramienta utilizando la base de datos QResearch, para ayudar al NHS a identificar qué pacientes tienen un mayor riesgo de resultados graves a pesar de la vacunación para una intervención específica -prosigue-. Esta nueva herramienta también puede informar las discusiones entre médicos y pacientes sobre el nivel de riesgo para ayudar a la toma de decisiones compartida».
Los investigadores informan de que hubo relativamente pocas hospitalizaciones o muertes relacionadas con el COVID-19 en el grupo que había recibido la segunda dosis de cualquier vacuna, lo que significa que el estudio carecía de la potencia estadística necesaria para determinar si los grupos mencionados corren más, o menos, riesgo tras una segunda dosis de vacuna en comparación con después de la primera.
Además, no distinguieron entre el tipo de vacunación ofrecida, y reconocen que su estudio puede haber estado limitado por factores como la exposición, ya que la ocupación, por ejemplo, no es algo que se registre a menudo en los registros de la práctica general o del hospital.
Aziz Sheikh, catedrático de Investigación y Desarrollo de la Atención Primaria y director del Instituto Usher de la Universidad de Edimburgo, y coautor del artículo, resalta que «este enorme estudio nacional de más de 5.000 personas en el Reino Unido es un ejemplo de cómo se puede mejorar la calidad de vida».
Según subraya, «este enorme estudio nacional de más de 5 millones de personas vacunadas con 2 dosis en todo el Reino Unido ha descubierto que una pequeña minoría de personas sigue estando en riesgo de hospitalización y muerte por Covid-19. Nuestra calculadora de riesgo ayuda a identificar a los que siguen teniendo más riesgo después de la vacunación», asegura.
«Nuestra nueva herramienta QCovid, desarrollada con la ayuda de expertos de todo el Reino Unido, ha sido diseñada para identificar a las personas con alto riesgo que pueden beneficiarse de intervenciones como las dosis de refuerzo de la vacuna o nuevos tratamientos como los anticuerpos monoclonales -explica-, que pueden ayudar a reducir el riesgo de que la infección por SARS-CoV-2 progrese a resultados graves de Covid-19».
Los investigadores esperan que estos datos puedan utilizarse en diversos contextos sanitarios y asistenciales para informar a las personas con más probabilidades de riesgo y, potencialmente, ayudar a priorizar a los identificados para nuevos ensayos de vacunas, refuerzos o futuras terapias preventivas.
La profesora Hippisley-Cox concluye que «el riesgo individual siempre dependerá de las elecciones individuales, así como de la prevalencia actual de la enfermedad; sin embargo, esperamos que esta nueva herramienta ayude a la toma de decisiones compartida y a una evaluación de riesgos más personalizada».