ÁNGEL M. GREGORIS.- La pandemia por COVID-19 ha traído consigo la pérdida de miles de vidas a lo largo de todo el mundo. Además, los profesionales sanitarios se han tenido que enfrentar a momentos críticos que repercutirán enormemente en su salud mental a corto, medio y largo plazo. Con el objetivo de darles algunos consejos y ayudarles a sobrellevar la situación, la psicóloga Ana Isabel Gutiérrez Salegui, a través el Instituto Superior de Formación Sanitaria (Isfos) del Consejo General de Enfermería, ha realizado una formación online con enfermeras latinoamericanas. Así, durante una hora, las enfermeras tuvieron la oportunidad de preguntar y resolver las dudas más comunes con respecto a cómo les afectará la crisis sanitaria a nivel de salud mental. “La mayoría de los sanitarios están acostumbrados a trabajar bajo presión, con muchísima cantidad de pacientes, pero aquí se une la ausencia de medios materiales y humanos y la situación de miedo y crispación, no sólo de nosotros como profesionales ante la enfermedad, sino de la sociedad en general”, afirma Gutiérrez Salegui.

Asimismo, explica que “cuando una situación de emergencia se mantiene en el tiempo, el impacto psicológico es mayor que enfrentarse a una catástrofe puntual como puede ser un terremoto o un tsunami”.

En una situación así, los profesionales deben cambiar su expectativa y, más que nunca, pasar del modelo basado en curar a uno centrado en el cuidar. “Debemos cambiar nuestras expectativas. Venimos acostumbrados de un sistema en el que teníamos un altísimo porcentaje de éxito y nos enfrentamos a una pandemia en la que tenemos una morbimortalidad y una letalidad importante.

Debemos enfocar que aquí nuestra expectativa debe ser en muchos casos desde el cuidar, desde ese acompañamiento en los últimos momentos y no desde el curar porque si lo hacemos así, vamos a estar en continua frustración. Vamos a vivir muchas muertes y muchas que nos van a parecer injustas”, asevera.

En este sentido, es imprescindible cuidar la salud mental de los profesionales porque una segunda ola conllevaría pagar un precio muy alto entre los sanitarios. “En estos momentos, la salud mental de muchos sanitarios es muy vulnerable porque están bajo unos niveles de estrés muy importantes. La salud mental es importantísima, pero unos niveles de estrés continuado muy elevados van a provocar unos cambios físicos que pueden llevar a una muerte física por infarto o un accidente cerebrovascular. No son solamente los riesgos psicológicos a los que nos enfrentamos, sino los riesgos físicos asociados al estrés continuado”, puntualiza la psicóloga.