IRENE BALLESTEROS.- El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la causa del 100% de los cánceres de cérvix, una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes y prevalentes en la sociedad. A menudo no suele presentar síntomas, por ello es desconocido para la sociedad. Cuando se manifiesta suele hacerlo en forma de infección persistente, originando la aparición de verrugas genitales, cáncer de cuello de útero o cáncer anogenital. Se transmite de persona a persona durante las relaciones sexuales no protegidas e incluye el sexo oral. Los cribados, la prevención y, especialmente el uso del preservativo durante cualquier tipo de práctica sexual se convierten en las perfectas medidas preventivas para evitar contraer esta grave infección. Así lo han explicado las enfermeras cacereñas durante el paso de la campaña Ruta Enfermera por la provincia. Una campaña de visibilidad enfermera que acerca la profesión a la ciudadanía y que está cargada de charlas, talleres y actividades formativas que mejoran la salud de la ciudadanía.
«Durante la Ruta Enfermera aquí en Cáceres hemos hablado a la ciudadanía de qué es el cáncer de cérvix, el cáncer de mama y, sobre todo, qué produce este último. Hemos tratado también en profundidad el VPH y hemos puesto en conocimiento de la población cómo se hacen los cribados en la comunidad de Extremadura y qué pueden hacer para prevenir este tipo de cáncer», explica Azucena Cristina Martín Barroso, enfermera y residente matrona en el Área de Salud de Cáceres.
Cribados
Coger a tiempo esta infección es vital para asegurar un correcto y efectivo tratamiento. Por ello, es de vital importancia trasladar a la población toda la información acerca de los cribados, pues estas pruebas de detección precoz varían y dependen de la edad y el tiempo. «En el cáncer de cérvix el cribado se trata de una citología que se realiza cada tres años a partir de los 25 años de edad, y a partir de los 35 se realizaría una toma de VPH cada cinco años. En el caso del cáncer de mama, en Extremadura hemos conseguido que se comience el cribado a los 49 años, cuando en el resto de España se comienza a los 50, y consiste en una mamografía cada dos años si no presentas antecedentes familiares de cáncer de mama. Y, anualmente, desde los 40 años, si se tiene un antecedente de cáncer de mama en la familia», continúa la residente matrona extremeña.
Prevención
La vacuna y el uso del preservativo son las principales herramientas para reducir la probabilidad de contraer este virus. Son las más seguras y eficaces. Por su parte, la vacuna puede proteger frente a las enfermedades causadas por el VPH cuando se administra a la edad recomendada, antes de comenzar las relaciones sexuales. Tal y como apunta el Ministerio de Sanidad, en España se recomienda que las niñas de 12 años de edad reciban dos dosis de la misma, tal y como indica el calendario vacunal. Por otro lado, el uso del preservativo sigue siendo el recurso más seguro frente a cualquier enfermedad de transmisión sexual. Así, se debe emplear cada vez que se mantenga cualquier tipo de relación sexual.
«Como mecanismos de prevención principalmente tenemos en cuenta la vacuna. El Gardasil 9 se está poniendo ahora mismo en los niños y niñas a partir de los 12 años, y en la población adulta para mujeres también se puede hacer aunque no está financiado por la Seguridad Social. Pero, especialmente, se debe emplear el uso del preservativo para prevenir ese contagio por VPH y, sobre todo, es vital una buena educación sanitaria, una buena información para la población es la base de una buena prevención», afirma la enfermera.
Rol enfermero
Algo trascendental en la prevención de estas enfermedades es la educación para la salud, donde las enfermeras tiene un papel clave. «Nosotras insistimos en la importancia de unas prácticas sexuales seguras, sobre todo, desde el inicio de las mismas. Es importante que la población tenga una buena información sobre este tipo de enfermedades; de la existencia de la vacuna, que ya se pone en el calendario vacunal para todos los niños y niñas y, especialmente el uso del preservativo, que es la mejor barrera y la mejor prevención para esta enfermedad», concluye Martín Barroso.