REDACCIÓN.- El Colegio de Enfermería de Valencia advierte del grave error que cometerá la Consejería de Igualdad y Políticas de la Comunidad Valenciana si, con la inminente aplicación del nuevo decreto de servicios sociales, “desmantela los Centros Especializados de Atención de Mayores (CEAM) para convertirlos en CEA y elimina a los profesionales de enfermería en su organigrama”.
En este sentido, la institución afirma que “la nueva legislación que tiene prevista poner en marcha la Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas altera el concepto de los centros CEAM y quita la presencia de las enfermeras que se dedican a la prevención y promoción de la salud. En concreto, el borrador del decreto -que introduce cambios en la regulación de la tipología y funcionamiento de los centros, servicios y programas de servicios sociales y su ordenación dentro de la estructura funcional, territorial y competencial, así como del Anexo I, centros, servicios y programas de los servicios sociales de atención primaria de carácter básico- supone un atentado al sistema de autonomía personal y ‘medicaliza’ el sistema sanitario para las personas mayores de más 60 años al ofrecerles, como única alternativa al envejecimiento saludable, los tratamientos clínicos y farmacológicos”.
Suprimir los programas
Por ello, desde el Colegio de Enfermería de Valencia advierten de que si se suprimen los programas y servicios de atención especializada para el envejecimiento activo se evidenciará que la administración autonómica encargada de los servicios sociales ha decidido huir de su responsabilidad con la sociedad valenciana y, especialmente, con sus mayores.
“Al excluir a las profesionales sanitarios en los CEAM, (que son, un fisioterapeuta que lleva sus programas tanto preventivos como asistenciales, y el personal de enfermería, que, además de impartir sus programas preventivos, vertebra esta atención y control de la salud) los centros, que pasarían a denominarse CEA, perderían su condición de preventivos, al desaparecer todos los programas que corresponden a enfermería y al restringir la jornada del fisioterapeuta y del trabajador social, ya que a este último se le obliga a compatibilizar su trabajo con la dirección del centro, abocando a una atención mucho más asistencial”, puntualizan.
De esta forma, señalan, “con el nuevo decreto, los CEAM dejarían de fomentar el envejecimiento activo y pasarían a ocuparse de las personas que tienen una fase de envejecimiento más pasivo, restando salud a nuestros mayores y abocándoles a un mayor grado de dependencia. De hecho, con la desaparición de las funciones de las enfermeras se pierde la promoción de la salud porque estos profesionales se encargan en la actualidad de la coordinación con los servicios sanitarios de la zona (centros de salud, hospitales); la detección precoz y control preventivo de factores de riesgo como hipertensión, hiperglucemia, hipercolesterolemia, obesidad y problemas cardiovasculares; educación y hábitos de vida saludable (nutrición equilibrada); coordinación con el/la profesional de rehabilitación para las personas que asisten a dicho servicio; control de certificados de salud para la realización de actividades físico-deportivas; y coordinación con el equipo profesional socio-sanitario (Fisioterapeuta, Trabajador/a social, Podólogo/a)”.
Funciones de prevención
Desde el colegio entienden que, “para desarrollar esas funciones de prevención y control de la salud, con el fin de contribuir a la mayor autonomía posible, no se puede prescindir de los profesionales de enfermería. Especialmente, porque las enfermeras y los enfermeros de los CEAM resuelven los problemas de salud de los usuarios, derivan a otros profesionales cuando detectan anomalías y cronicidades que deben ser tratadas en el ámbito sanitario y alivian la presión que sufren los centros de salud de atención primaria. Amén de que el personal de enfermería, debido a sus jornadas reducidas, supone el colectivo profesional que menos gasto genera”.
Por último, hacen un llamamiento a los responsables y gestores de las políticas sociales de la Consejería para que “corrijan el despropósito de este proyecto, evitando la exclusión de la figura de la enfermera y el mantenimiento de los CEAM, como punto neurálgico y único en España del envejecimiento activo”.